Las cajas de venta de tiques de la Festa do Marisco están siendo noticia por haber incorporado a los hombres entre los operarios encargados de despachar las raciones. Hasta ahora solo las mujeres se ocupaban de esta tarea, por lo que la "apuesta por la igualdad" del gobierno local recibió elogios.

En el lado contrario de la balanza están los problemas detectados en esas cajas, ya que se ha prescindido de la empresa de siempre, parece que no funcionan con la fluidez de antaño y la imagen proyectada no es la mejor. La decoración ha desaparecido y los cajeros ya no tienen uniforme, a pesar de que durante años, y sobre todo en el anterior mandato, se había apostado por esa uniformidad y por ofrecer el mejor aspecto posible en ese puesto.