El Consello Regulador da Denominación de Orixe Protexida (DOP) Mexillón de Galicia se suma a las voces de aquellos que, de un tiempo a esta parte, y sobre todo desde que se puso en marcha el nuevo método de análisis químico de biotoxinas impuesto por la Unión Europea, detectan una mayor incidencia de los episodios tóxicos en las rías.
Aunque en el momento actual la situación es buena -con la mayor parte de las bateas operativas, para beneficio del conjunto de la mitilicultura y de la campaña de la conserva-, no cabe duda de que el aumento de los períodos de cierre de polígonos bateeiros causa mayores trastornos al sector, de ahí la necesidad de "fortalecer la investigación para garantizar nuestro futuro", tal y como explican en el Consello.
En el último boletín informativo de este órgano consultivo que representa a los mejilloneros gallegos -aunque todavía de forma minoritaria-, se hace constar que "un año más" las popularmente conocidas como mareas rojas "castigan" al molusco cultivado en Galicia.
"Como sucedió en 2013 y 2014, desde que entró la primavera (de 2015) ya hemos encadenado dos grandes cierres que afectaron a todos los polígonos de producción de mejillón", esgrimen en el Consello Regulador.
Y añaden que "también como en años precedentes, durante estos episodios surgen numerosas dudas respecto de los múltiples aspectos que rodean este fenómeno", sobre todo en cuanto a las causas que lo provocan, el control del mismo así como los protocolos de actuación.
Lo que resulta evidente, y en ello incide el citado órgano, presidido por Francisco Alcalde, es que la acumulación de fitoplancton portador de biotoxinas provoca episodios que obligan a cerrar los parques de cultivo flotantes "durante más tiempo" y que afectan a un mayor número de polígonos, "además de originar cierres en las zonas de producción de moluscos infaunales", es decir, almejas, berberechos, navajas, longueirón y demás especies que viven enterradas en el sustrato.
Es un viejo problema que, como queda dicho, quizás se viera agravado desde la aplicación del método químico de análisis, considerado más riguroso o puntilloso que el método biológico históricamente aplicado en Galicia.
De cualquier modo, "seguimos sin saber cuáles son las causas que hay detrás de la intensificación de este fenómeno", lamentan los productores, convencidos de que "es necesario reforzar el laboratorio del Consello Regulador con los medios humanos y materiales necesarios".
Solo de este modo, con un laboratorio propio capaz de abanderar la búsqueda de soluciones para el sector, "será posible mejorar en el conocimiento científico de las mareas rojas y su control", sugieren.
Se trata, en definitiva, de "ser sistemáticos en el análisis" de las biotoxinas y "constantes en su estudio", realizando "una investigación propia que nos permita encontrar soluciones para beneficio de todos, pues no debemos dejar en manos de terceros el control de las investigaciones que pueden comprometer nuestro futuro".
Y es que "algunos hablan de cambio climático, otros de la ausencia de un correcto saneamiento de las rías o de la modificación de las corrientes", e incluso "hay quien culpa a la menor entrada de agua dulce, a la gestión de los lodos portuarios, a los embalses y a los productos sanitarios que se emplean cada día más en las tierras costeras".
En el Consello asumen que se desconoce realmente el papel que pueden desempeñar tanto esos como otros factores, "y tampoco podemos asegurar que la mayor incidencia actual vaya a mantenerse o o incluso acentuarse en los próximos años", por lo que, a juicio de este órgano, invertir en I+D es la clave.
