La polémica en Trabanca Badiña por la decisión del cura Daniel Espiño de que a partir del próximo año la imagen de San Miguel no baje desde la capilla al pazo da Golpelleira, como se hacía desde hace años, continúa. Los vecinos críticos con esta medida recuerdan al párroco que la imagen del santo ha sido comprada por los vecinos de esta localidad.

Los vecinos dispuestos a continuar con la tradición señalan que el libro "O diaño e a ovella" que recoge la tradición oral en el rural de Arousa y Umia, y que fue patrocinado por el Concello de Vilagarcía, la Comisión Europea y la Xunta de Galicia, pone de manifiesto que a la altura del año 1778, los habitantes de Trabanca compraron la imagen de San Miguel tras reedificar la capilla.

La publicación también hace referencia a que en la época de la guerra de independencia contra los franceses, ante el temor de que los soldados galos quemaran santos y robaran cosas de valor, uno de los vecinos huyó con la imagen de San Miguel siendo escondido en el caserío de Lourido, propiedad de los señores del pazo da Golpelleira.