La ría de Arousa asistió ayer al inicio de una nueva campaña de libre marisqueo. Para resumir la primera jornada hay que hablar de pocas embarcaciones participantes, lo cual era previsible; capturas más que aceptables en cuanto a volumen, tirando a buenas; y una calidad excelente en el producto que propició precios altos, en algunos casos mucho más elevados de lo que se esperaba, con la almeja fina marcando topes de 44 euros por kilo.

Todo esto, claro está, está directamente relacionado con las limitaciones con las que parte la flota en esta ocasión, ya que no puede utilizar el otrora rico banco de Os Lombos do Ulla, salvo en una pequeña zona tras la isla de Cortegada y únicamente para extraer almeja babosa. Con este panorama y con el berberecho desaparecido -aunque recuperándose poco a poco- la flota se volcó en las otras dos grandes áreas comunes de trabajo, la de O Bohído y Cabío, y en las demás zonas "libres" de la ría.

Otro dato a tener en cuenta es que al comenzar la campaña un jueves muchos armadores optaron por seguir dedicándose esta semana a las artes, recurso o actividades que los mantuvieron ocupados en semanas previas, por lo que esperan al fin de semana para cambiar sus aparejos y empezar con el libre marisqueo a partir del lunes.

Una vez aclarado esto, y también que hay alrededor de 1.300 barcos autorizados para marisqueo y libre marisqueo en la ría, hay que decir que ayer fueron despachados para esta actividad 567 buques; muy lejos de los 634 que participaron en la primera jornada de la campaña anterior o de aquellos 721 que acudieron al arranque de la misma en 2013.

Para que el lector se haga una idea puede decirse que en 2011, justo antes de que se supiera que el parásito Marteilia iba a arrasar la producción de berberecho en Os Lombos, comenzaron el libre marisqueo en ese banco 429 naves, mientras que ayer se desplazaron al mismo solo 98, muy por debajo también de aquellas cerca de 600 embarcaciones que solían reunirse en el río en una sola mañana cuando el berberecho era abundante.

Pero ayer todo fue distinto, por eso solo acudieron 98 embarcaciones a Os Lombos y 90 a Cabío, donde el año pasado arrancaron la temporada nada menos que 239. En O Bohído se reunieron en esta ocasión 261 buques, es decir, 24 más que hace justamente un año.

FARO DE VIGO se embarcó ayer para estar al lado de esos mariscadores de a flote y comprobar que la mayoría alcanzó rápidamente el cupo establecido por la Consellería do Mar. Tanto es así que muchos empezaron la jornada pasadas las ocho de la mañana y apenas un par de horas después ya habían regresado a puerto con "los deberes hechos". Lo confirman en la lonja de A Illa, donde manifiestan que "por lo general se ha obtenido muy buen marisco". Creen que, "sin duda, se nota que los bancos de libre marisqueo estuvieron cerrados más de la cuenta", después de que a principios de año tuviera que precipitarse la clausura de la campaña debido a la escasez de producto que se había detectado.

El descanso parece haber sentado bien a los bivalvos en las zonas comunes, aunque el problema es que cuando todo el producto es tan bueno se acaba vendiendo muy por debajo de su valor real, a medida que avanzan las subastas en lonja.

En la lonja de Cambados también confirman que los rañeiros alcanzaron los cupos sin demasiadas dificultades, sobre todo para la babosa y la almeja rubia, a lo que añaden que "hubo poco reloj" y que "los precios son buenos, por lo que solo cabe desear que sigan así mucho tiempo".

En la rula de O Grove inciden en que los mariscadores de a flote "alcanzaron los cupos" y en que "la almeja babosa es muy grande".