Una absoluta falta de liderazgo que está perjudicando a los vecinos. Con esta frase se resumiría la opinión de Luis Aragunde, exalcalde de Cambados y portavoz del PP en el municipio, sobre los 100 días de gobierno del cuatripartito. Aragunde cargó tintas contra la alcaldesa, Fátima Abal, de la que dijo que "no existe, no puedo entender como asumió un pacto de gobierno que la deja sin ninguna competencia; ya está contenta con ser alcaldesa, mientras el resto de los grupos actúa cada uno por su cuenta y como les da la gana". Además, recordó que solo se están limitando a gestionar proyectos del anterior gobierno "faltando incluso a reivindicaciones históricas como peatonalizar la plaza de Fefiñáns".

El exregidor realizó un pormenorizado recorrido sobre las diferentes obras que están en marcha en el municipio, todas ellas tramitadas, iniciadas o puestas en marcha por el Partido Popular. Una de las más importantes es la remodelación de la plaza de abastos, una cuestión en la que Aragunde recuerda que "solo quedaban flecos sueltos". El conservador lamenta la decisión de renunciar al supermercado, entre otras cosas porque "su concesión sería importante para tirar de la plaza de abastos y no contemplarlo es perjudicial para los vendedores". Recuerda que "teníamos un aula para conciliar las compras con la atención familiar y consideramos que el anterior proyecto permitía que la plaza pudiese ser competitiva". No dudó en calificar de "chiquillada" el desplazamiento en coche particular a Madrid, asegurando que " ahorrar 200 euros fue un gesto demagógico porque pudieron no llegar a una reunión fundamental para el futuro del proyecto".

En el apartado económico recordó que su gobierno dejó Cambados como uno de los Concellos de más de 10.000 habitantes mejor saneados y menos endeudado. "La Conta Xeral de 2014 dejó un remanente de tesorería de 400.000 euros y el período de pago de las facturas es de 17 días", explicó.

En lo que respecta a la Festa do Albariño, recordó que "comenzó mal, con la elección de un cartel que no se ajustaba a las bases, y continuó peor, porque la limpieza dejó mucho que desear al no contratarse refuerzos". También lamentó el enfrentamiento con el Capítulo Serenísimo por "un ahorro de 20.000 euros que no fue real, porque el Concello no pagaba esas facturas, y las críticas a la comida se demostraron totalmente falsas, ya que en el Xantar había más de 400 invitados".