El estudio llevado a cabo en Arousa para conocer mejor el lenguaje que emplean los delfines que pueblan estas aguas se desarrolló entre abril y noviembre de 2014, centrándose "en la descripción de las características y las tasas de producción de los silbidos emitidos por los delfines mulares". Mediante grabaciones y observación del comportamiento de los animales, con ayuda de una embarcación, un hidrófono omnidireccional y una grabadora digital, fue posible captar sonidos a una distancia inferior a 200 metros.

De este modo "fue posible realizar más de 3 horas de grabaciones acústicas durante el invierno, primavera y otoño, con un total de 1.505 silbidos que fueron analizados de forma cuantitativa (la tasa de emisión) y cualitativa (las características físicas de cada silbido)". Parece que los silbidos observados "se ajustan a siete contornos diferentes y no se encontró relación alguna entre la tasa de producción de los diferentes tipos de contornos y el tamaño de grupo". Otra de las conclusiones a las que llega BDRI es que "comparando los resultados con otros estudios la elevada duración media de los silbidos, la elevada frecuencia máxima y el elevado número de puntos de inflexión están directamente relacionados con una elevada contaminación acústica en el ambiente".