Un año más, la carretera de Vilagarcía, la PO-531, se queda sin la actuación integral de mejora anunciada hace años por la Xunta, que se limitó a parchear el asfalto en el verano de 2014. El nuevo alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, acaba de tomar el relevo a las reivindicaciones vecinales para que se actúe en este vial y ayer mantuvo una reunión con el jefe territorial de la Consellería de Medio Ambiente con el fin de solicitar diversas mejoras.

Abraldes alertó a la consellería de los "problemas de seguridad existentes en la PO-531" y reclamó "medidas urgentes" para paliar algunas deficiencias. Entre otras, el alcalde puso de manifiesto la "falta de iluminación en el macronudo" de Curro, un problema del que se quejan numerosos conductores. También se advierte de la "inseguridad para el tránsito de peatones entre Curro y Meis", así como la "peligrosidad de las medianas provisionales de plástico" cerca de la rotonda de Curro. De hecho, muchas de ellas están rotas y desplazadas por accidentes contra ellas.

Otra demanda incide en la "inseguridad" en la rotonda pequeña junto a la iglesia de Curro y en la necesidad de construir otras, ya previstas en su día en el cruce de Bretoña.