La comunidad de montes de Rubiáns (Vilagarcía) comenzó en el mes de mayo a vender madera procedente de sus terrenos. Y el balance de los primeros cuatro meses de actividad ha sorprendido gratamente a los comuneros. "Ya llevamos vendidas más de mil toneladas, fundamentalmente de eucalipto y roble", apunta el presidente del colectivo, Xurxo Abuín. "No esperábamos que en verano la gente comprase tanta leña, porque habitualmente espera a que llegue el frío para adquirirla", agrega.
Tras estabilizarse la demanda, los comuneros han decidido buscar nuevos canales de venta para dar salida a la madera y poner continuar con el negocio. Así, han recurrido a un portal de internet para colocar su leña fuera de las fronteras de la comarca de O Salnés. No obstante, surge el problema del desplazamiento, pues es la comunidad de montes la que realiza el traslado de la madera y no dispone de demasiados medios. "El viernes llevamos un viaje a Vincios, en Gondomar, y pagó el cliente el transporte", puntualiza Abuín. Pero si la demanda llega de más lejos, por el momento no está garantizado que pueda efectuarse la entrega.
Los tamaños de corte más solicitados por los clientes son de 30 o 50 centímetros. "Entregamos la leña lista para quemar en cocinas, hornos, barbacoas, ...", explica el presidente de la comunidad de montes.
Las ventas han ido bien a lo largo del verano, pero lamenta que los beneficios para el colectivo "son bajos" debido al bajo precio de la madera y también -en menor medida- a la falta de ayudas públicas para la compra de maquinaria. Desde la comunidad recuerdan en el propio anuncio on line que el dinero obtenido con la venta de madera se destina a la mejora de los montes de los vecinos de Rubiáns.
En este sentido, el colectivo había solicitado hacía varios meses una ayuda a la Diputación pero no les fue concedida. "Ahora estamos pensando en comprar una pequeña procesadora, que realizaría el trabajo de forma más eficiente, pero tenemos que esperar porque la leña no nos genera muchos ingresos", apunta Xurxo Abuín.
Actualmente son dos trabajadores los que se encargan de recolectar y preparar la madera para su venta, si bien hasta agosto la asociación tenía contratados a cinco operarios. Para noviembre se prevé otro repunte de actividad, por lo que el colectivo espera poder generar de nuevo empleo. Será para limpiar y plantar castaños en el monte de Perrón, en la parroquia de Rubiáns.
Antes de comenzar a vender leña, los planes de la comunidad de montes que dirige Xurxo Abuín pasaban por centrarse en la biomasa. Pero los planes han cambiado al comprobar que entre su clientela tiene una acogida mucho mayor la madera troceada que triturada.
Coste de las calderas
El presidente de los comuneros cree que el hecho de que la biomasa no cuaje en el mercado arousano se debe al elevado coste de las calderas. Abuín tiene una en su casa y está muy satisfecho con su funcionamiento. Además, el gasto es inferior al de otros sistemas al rondar los 20 euros mensuales.
Él está convencido de que en este combustible menos contaminante "está el futuro". Pero al mismo tiempo es consciente de que por ahora tendrá que esperar a que la comunidad de montes pueda vender con frecuencia biomasa. Actualmente son pocos los clientes interesados en ella.
