Nueve adultos -entre ellos el concejal Enrique Oubiña- y tres niños. Esa fue la pobre participación en la jornada solidaria de limpieza del Umia celebrada ayer en Ribadumia, convocada por el Concello y el Colectivo Ecoloxista do Salnés al abrigo del "Proyecto ríos", que impulsa la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega).

Como sucediera en otras ocasiones, tanto con jornadas de limpieza en este mismo río como en diferentes playas de la comarca, la respuesta ciudadana fue muy baja, a pesar de los reiterados llamamientos a la concienciación de la sociedad para tratar de preservar los espacios naturales más importantes.

Y no es porque el río Umia no lo necesite, ya que la docena de personas que ayer se pusieron las botas y bajaron al cauce fluvial para contribuir a su mantenimiento en buen estado consiguieron reunir "200 litros de plásticos, 150 de orgánicos y 2,5 de vidrio".

Ese material fue trasladado al punto limpio de Ribadumia, que abrió sus puertas para sumarse a esta iniciativa que se lleva a cabo simultáneamente en más de cuarenta localidades gallegas.

La limpieza del Umia se desarrolló desde las once y media de la mañana en el entorno de la conocida como Ponte dos Padriños, en Ponte Arnelas, donde a pesar de toparse con numerosos residuos los participantes en la jornada -a quienes regalaron camisetas conmemorativas- pudieron disfrutar de la belleza de este cauce y de la presencia de numerosos animales, entre ellos una garza real.