La vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas da sus últimos coletazos. En las bodegas se han introducido ya más de 30 millones de kilos de uva, lo cual significa que, como se esperaba, va a alcanzarse una de las mejores cifras de la historia, un 30% por ciento más que el pasado año.
Algunas de las principales empresas vitivinícolas afrontan esta semana las últimas operaciones de recolección, prensado y fermentación para obtener un blanco que en su inmensa mayoría es albariño y que aspira a seguir inclinando la balanza de las exportaciones gallegas.
De ello dio cuenta ayer el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, quien sigue adelante con su ronda de visitas para analizar de cerca la recolección y que esta vez se dejó ver por las cooperativas Paco & Lola (Meaño) y Condes de Albarei (Cambados).
Con la intención de "estar en contacto con los viticultores y bodegueros para conocer sus inquietudes", Cores Tourís destacó el incremento de la producción respecto al pasado ejercicio y el hecho de que el 65% de la misma corresponda a la comarca de O Salnés.
Al tiempo que escuchó los planteamientos del sector, el representante autonómico quiso recordar que la Consellería de Medio Rural e do Mar destinó este año "casi medio millón de euros a planes de reconversión y reestructuración del viñedo en Galicia". Esto se traduce, en el caso concreto de la Denominación de Origen Rías Baixas, en "la mejora de 32 hectáreas, con unas ayudas que rondan los 271.000 euros".
Se hace así porque "el futuro de nuestra comunidad autónoma pasa por apostar por los sectores con mayor proyección económica, como es el caso del vitivinícola, que exporta actualmente el 30% de su producción anual".
A modo de ejemplo, decir que las dos bodegas visitadas ayer se repartieron este año 2,1 millones de euros para exportación, comercialización e industrialización.
