El PSOE de Vilagarcía ha recurrido a su último cartucho para garantizar la gobernabilidad de Ravella. Y es que el ejecutivo de Alberto Varela selló ayer un pacto que en junio tachaba de "antinatura", es decir, con el Partido Popular. Se trata de un "acuerdo por la estabilidad" -según define el propio gobierno- para desbloquear la organización del Ayuntamiento, que lleva enquistada desde hace más de cien días. Así, el apoyo de la formación conservadora -con siete concejales- permitirá al partido del puño y la rosa aprobar sus polémicos salarios y liberaciones, así como la constitución de distintos órganos municipales.

Pero este pacto no le ha salido gratis a los socialistas, pues a cambio de los votos populares -el acuerdo se elevará por la vía de urgencia al pleno ordinario de esta tarde-, el gobierno del PSOE concede al partido de Tomás Fole una dedicación exclusiva o dos parciales (a elegir por el PP), representación en el Consejo de Administración del Puerto de Vilagarcía y también en la Mancomunidade do Salnés. El PP ostentará la vicepresidencia del patronato de Fexdega, donde contará con otro vocal.

El PP ha logrado que Varela acepte la propuesta conservadora prácticamente en su totalidad. Prueba de ello es que el PSOE se compromete a llevar a cabo un paquete de obras programadas por Fole, entre ellas los tan criticados "columpios" por parte de los socialistas, en alusión a las zonas lúdicas previstas por el PP para A Compostela y O Castriño. Finalmente Alberto Varela ejecutará estos proyectos, así como la construcción del nuevo gimnasio de Rubiáns, la reposición de la cubierta de la grada de preferencia del campo de A Lomba, la rehabilitación del hórreo del parque de A Xunqueira, la humanización de la calle Conde Vallellano, el asfaltado de Valle Inclán o la puesta en valor del Balneario de Compostela, según relata el ejecutivo municipal en un comunicado.

El PP agrega que el acuerdo también incluye el proyecto de Fexdega (complejo de ocio), la reforma de la plaza de abastos, la modernización de las terrazas y la puesta en marcha de la Relación de Postos de Traballo (RPT). Además de todo esto, el principal grupo de la oposición tendrá poder de decisión sobre el 33% del capítulo de inversiones del Presupuesto, según asegura Fole.

Si bien los socialistas continuarán gobernando en minoría con sus ocho concejales, el portazo que con este pacto con el PP acaban de dar a las fuerzas de izquierda -después de tres meses de flirteos sin éxito- solo les deja una opción para sacar adelante sus propuestas: Tomás Fole.

De hecho el acuerdo con el PSOE recoge la petición conservadora de crear grupos de trabajo o seguimiento de los asuntos municipales claves para la ciudad, como los prepuestos, ordenanzas, Plan Xeral, etc., donde participarán todos los partidos políticos con representación en la corporación, según apunta el ejecutivo. El líder popular precisa que serán tres grupos: uno de Economía, Facenda y Personal, otro de Infraestructuras y un tercero de Promoción Económica y Empleo.

En cuanto al aspecto económico, que desde el principio ha constituido el principal escollo para alcanzar un acuerdo con las fuerzas de izquierda, el gobierno socialista mantiene la última propuesta anunciada, a excepción de la liberación que ahora otorga al PP y de los salarios de los dos cargos de confianza, que se modifican.

En este sentido, Varela hace un guiño al BNG al manifestar que en base a su petición, rebajará el sueldo asignado al secretario del alcalde (Álvaro Carou, que fue de número 9 en la lista electoral del PSOE) para subir el del director de actividades deportivas, Juan Miguel Doval, si bien el gobierno no precisa las nuevas cantidades. Las retribuciones iniciales eran de 20.504 euros brutos al año para Doval y de 26.387 para Carou.

48.000 euros para el alcalde

Con respecto a los demás gastos en órganos de gobierno, permanecen intactos, con 48.000 euros brutos anuales de salario para el alcalde, 32.984,56 para la teniente de alcalde, Tania García, y 26.387,56 para cada uno de los otros tres ediles socialistas liberados: Paola María, Lino Mouriño y Sonia Outón.

En total, las arcas de Vilagarcía soportarán seis dedicaciones exclusivas (cinco del PSOE y una del PP) o bien cinco totales y dos parciales, según elija la formación de Fole.

En cuanto a las indemnizaciones por pleno, las retribuciones fijas por grupo municipal y las variables por edil, el gobierno no ha aclarado como quedan. Su última propuesta consistía en rebajar las asistencias a plenos de 118 a 110 euros, y la cuantía por concejal de 270 a 250, dejando la cantidad fija por agrupación en 400 euros mensuales.

El ejecutivo socialista saca pecho de la legitimidad del acuerdo alcanzado con el PP al recordar que entre ambos grupos suman 15 de los 21 ediles de la corporación, "más de dos tercios", apostillan.

También defiende el coste en órganos de gobierno -incluyendo las asignaciones a concejales y grupos en su conjunto-, pues "no supera el techo de gasto del último mandato y está por debajo de la media de cualquier concello de la comarca y desde luego muy por debajo de lo que permite la ley para un municipio de las características de Vilagarcía".

Esgrime que conforme a la legislación vigente, el alcalde vilagarciano podría percibir un salario máximo de 55.000 euros (serán 48.000), la corporación podría tener hasta once liberaciones (se proponen siete, dos de ellas parciales) y hasta siete puestos de confianza (serán dos). El PSOE añade que el pacto con el PP, aparte de cumplir la ley, también acata las recomendaciones de la Fegamp y la Femp.