| Las papeleras del término municipal de Vilagarcía se han convertido en el objetivo de los desaprensivos, que no dudan en provocar un incendio en ellas. Esto ocurrió en la Plaza de Galicia, ayer por la mañana aunque, en esta ocasión, la reacción voluntaria de Ángel, el dueño del carrito ubicado en la plaza, que salió de su puesto de trabajo con un cubo de agua, evitó que la papelera se convirtiese en pasto de las llamas.