La desprotección de la costa gallega frente a la entrada de drogas es una de las principales preocupaciones del sindicato mayoritario en el Servicio de Vigilancia Aduanera, CIG, que denuncia el progresivo desmantelamiento de las bases del servicio en Galicia. Una muestra de esta situación puede comprobarse en la base del SVA en Vilagarcía, según denuncia el secretario sindical Henrique García Outeiral, donde solo hay una embarcación para patrullar toda la ría de Arousa.

El representante de CIG explica que esta situación se debe a que una de las dos embarcaciones de alta velocidad con las que contaba la base del SVA de Vilagarcía de Arousa fue desplazada para Ibiza. García Outeiral denuncia que se puede dar la circunstancia de que los narcotraficantes se encuentren con total libertad para hacer su trabajo cómodamente en el caso de que por una avería, o por estar varada, la única lancha rápida del SVA no pueda salir a patrullar por la ría.

Frente a esta denuncia sindical los mandos del Servicio de Vigilancia Aduanera insisten que en las costas gallegas no hay peligro. Pero García Outeiral replica que los últimos datos revelan el incremento de la entrada de droga por estas costas.

"En lo que va de año son varias las aprehensiones de buques con cargamentos de drogas destinadas a Galicia. Un ejemplo, el Coral I con 1.500 kilos de cocaína; Miguel Santos con la misma cantidad; Onda Nazarena con 1.900 kilos en un velero; Silver Back con 600 kilos de coca y dos mercantes con 6.500 kilos de hachís. Teniendo en cuenta que las cantidades aprehendidas suponen, según los expertos, el 15% del total de la droga que entra por la costa, los datos son alarmantes. Estas operaciones demuestran que el tráfico de drogas está totalmente operativo en Galicia mientras se nos vende que el peligro está en Levante y Andalucía y que hay que desplazar los medios navales y aéreos para allí", declara Henrique García Outeiral.

El resto de la costa gallega

El desmantelamiento también afecta a otras bases gallegas del SVA. El representante de CIG denuncia que en la sede de Vigo la única embarcación con la que cuenta estuvo todo agosto parada por vacaciones del personal, quedando solo la lancha de Marín para la vigilancia de las Rías Baixas.

García Outeiral recuerda que las embarcaciones del SVA de Ribadeo y de Muros están casi inoperativas debido a las muchas averías que acumulan al cabo del año por su antigüedad. "Podemos concluir que ahora mismo se le está poniendo una alfombra roja a los narcos para que intenten inundar nuestras costas con droga. Al desplazamiento de la embarcación Colimbo (retirada de la base de Vilagarcía) hay que sumar el avión y el helicóptero Dauphine para parar la entrada de hachís. Desde CIG volvemos a pedir medios materiales y humanos en el SVA de Galicia", declara el sindicalista.