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Varela eleva al pleno su compromiso de reducir el IBI en dos puntos en 2016

El tipo impositivo bajará del 0,60 al 0,58 - El objetivo es atenuar el impacto de la revisión catastral en los recibos - Un piso estándar del centro pagará menos que un chalé del rural

El alcalde espera contar con el apoyo de la oposición para aprobar la reducción del IBI. // Noé Parga

El alcalde de Vilagarcía está a punto de materializar uno de sus grandes compromisos adquiridos durante la campaña del 24-M. Si bien para lograrlo, Alberto Varela necesita el apoyo de al menos tres concejales de la oposición, puesto que gobierna en minoría, con ocho ediles. Se trata de la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), popularmente conocido como la contribución, que el Ejecutivo socialista elevará al pleno de octubre.

Después del anuncio electoral, a la semana siguiente de tomar posesión como regidor, Varela se reafirmó en la rebaja fiscal prometida y desgranó los principales detalles de la misma: el tipo impositivo actual (0,60) se reduciría a razón de dos puntos anuales hasta que en 2018 alcanzase el 0,54. Y tras la reunión celebrada ayer por parte del equipo de gobierno para revisar las ordenanzas fiscales, el compromiso de rebajar el IBI permanece intacto, en los mismos términos.

De este modo, en 2016 -si la propuesta socialista sale adelante- los contribuyentes vilagarcianos pagarán un recibo de la contribución al que se le aplicará un tipo impositivo del 0,58, es decir, dos puntos menos que en el impuesto pagado este año.

El principal objetivo de esta medida es atenuar el impacto de la revisión catastral solicitada por el anterior gobierno local en los recibos de los vecinos.

Según apuntan desde el actual Ejecutivo, la revalorización del Catastro en Vilagarcía "implicará que durante diez años los propietarios verán incrementada su tasación y, por lo tanto, los recibos del IBI". "La única forma de atenuar ese impacto es rebajando el tipo que se aplica al calor del inmueble, y eso es precisamente lo que se comprometió a hacer y ahora propone al pleno el equipo de Alberto Varela", agregan fuentes municipales.

Aprovechando esta "sustancial modificación", los socialistas también realizarán una revisión del impuesto que se aplica actualmente a edificaciones levantadas en zonas no estrictamente urbanas. Aplicando la actual norma, construcciones como chalés o viviendas unifamiliares pasaron a tributar por el IBI rústico y no por el urbano, lo que significa un descenso importante del recibo de la contribución. El gobierno municipal entiende que se están produciendo "casos de cierta injusticia", como por ejemplo que "un piso normal" del casco urbano tribute más que "una gran mansión situada en el extrarradio". Alberto Varela quiere cambiar esta situación, de forma que un chalé del rural no pague menos que un apartamento del centro.

Las previsiones del alcalde es que las ordenanzas fiscales, incluida la del IBI, sean debatidas en octubre, de forma que así puedan entrar en vigor con el inicio del año, el 1 de enero de 2016.

La modificación de las ordenanzas constituirá la primera "prueba de fuego" en la que el PSOE comprobará si los demás partidos de la corporación le conceden su apoyo para sacar adelante asuntos de importante calado como las tasas e impuestos municipales.

Lo cierto es que por el momento gobierno y oposición han sido incapaces de llegar a un acuerdo para aprobar los asuntos del organización del Concello, que después de tres meses con el PSOE al frente de Ravella, continúan bloqueados. Se trata del salario del alcalde, las liberaciones, la cuantías fijas de cada grupo y las variables por edil o la representación en órganos supramunicipales, como el Puerto o la Mancomunidade do Salnés, que funciona a medio gas a la espera de Vilagarcía.

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