Las obras de mejora y acondicionamiento realizadas durante el verano por el Concello de Vilagarcía no sirvieron para acabar con un problema arrastrado desde hace años en este centro educativo: las inundaciones.

Bastaron tres días de actividad escolar y la llegada de las primeras lluvias -ni siquiera fue preciso que resultaran intensas- para comprobar que el patio de este colegio "hace aguas" por todas partes.

La mejor prueba de que se trata de un auténtico desastre es que con las primeras gotas ya se formaron charcos, y minuto a minuto estos fueron ganando tamaño hasta convertirse casi en pequeñas lagunas que dejan el recinto en situación tercermundista, para desasosiego de niños y padres.

Ayer los grandes charcos que impiden el paso, al menos sin mojarse, volvieron a crearse tanto en el patio como en los accesos al gimnasio cubierto, a la parada de autobús, al pabellón y a algunas de las entradas al edificio escolar, con lo que la salida de clase a eso de las 14,10 horas resultó dantesca.

Es cierto que los trabajos ejecutados en los dos últimos meses fueron positivos en cuanto a mejora de accesibilidad, ya que se construyeron diversas aceras y rampas tanto dentro como fuera del recinto escolar. Pero hay que insistir en que la gravilla que se aportó no sirve para acabar con las inundaciones, como tampoco el supuesto dragado del río Santa Mariña, que pasa bajo los colegios Arealonga y Vagalume.

En este sentido hay que indicar que las inundaciones de ayer no solo afectaron al primero de ellos, sino que el Vagalume también sufrió las consecuencias de las lluvias matinales.

Los progenitores que acudieron a dejar o a recoger a sus hijos a estos centros no pudieron ocultar su indignación con lo sucedido, como también se mostraron preocupados otros miembros de la comunidad educativa, entre ellos algunos docentes.

Unos y otros reclaman al Concello la adopción de medidas urgentes para acabar de una vez por todas con las inundaciones en el patio del Arealonga. Los hay que incluso apuntan que "si es necesario habrá que verter hormigón sobre la gravilla existente en el suelo y dejarlo con el desnivel suficiente para que no se acumule el agua, pero de lo que no hay duda es de que los niños no pueden venir a clase en estas condiciones".

Algunos señalan que si los alumnos se meten en los charcos cuando salen al recreo o acaban las clases, "llegan a sus casas a la hora de comer completamente empapados, pero aún es mucho peor cuando ya se mojan antes de que empiece la jornada lectiva, ya que de este modo tienen que estar mojados y pasando frío durante horas".

Hay que recordar que el gobierno de Ravella explicó hace menos de una semana que durante el verano se habían ejecutado un total de 75 actuaciones de mantenimiento o mejora en los colegios de la localidad.

Entre esas acciones se encontraba la limpieza del regato Santa Mariña que pasa bajo los colegios Vagalume, A Lomba y Arealonga, precisamente para prevenir inundaciones. Es evidente que el plan del Concello no ha dado resultado, ya que el patio de esos colegios estaba ayer, cabe insistir, absolutamente impracticable.