La actividad acuícola regresó ayer a la ría de Muros-Noia. El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permitió la reapertura de tres de los cuatro polígonos bateeiros existentes en esas aguas, alguno de ellos cerrado ininterumpidamente desde el pasado mes de abril. De este modo el mejillón de los Muros A, Noia A y Muros C vuelve a ser apto para la extracción y venta, permaneciendo cerrado el Muros B.

Se trata de un alivio considerable para los productores, tanto de la propia ría muradana como de otros puntos de Galicia con parques de cultivo flotantes en aquellas aguas. En el lado contrario de la balanza se sitúa la ría de Pontevedra, ya que ayer vivió el cierre del polígono Bueu B, el cual se suma al Bueu A2 y al Cangas A.

Esto es tanto como decir que en aguas pontevedresas están disponibles ahora mismo el Cangas B, Bueu A1, Portonovo A, Portonovo B y Portonovo C.

En líneas generales hay que apuntar que después del episodio tóxico originado en primavera y que llegó a cerrar la práctica totalidad de las bateas gallegas, a estas alturas la mitilicultura atraviesa un buen momento.

Donde mejor están las cosas, cabe insistir, es en aguas de Arousa, ya que esta ría dispone de un par de docenas de polígonos mejilloneros (2.200 bateas) y todos ellos están disponibles para el sector, como lo están los dos de Ares-Betanzos.

En cuanto a la ría de Vigo, únicamente permanece cerrado el cangas G, lo cual significa que los mejilloneros pueden disponer de once polígonos exentos de biotoxinas.