La Coordinadora de asociaciones de padres de alumnos de Vilagarcía es una organización nacida hace año y medio llamada a tener un papel decisivo en el futuro de la educación en el municipio. Y es un proyecto en crecimiento que con el tiempo incluso podría extenderse a otras localidades.
-Empieza un nuevo curso. ¿Con qué objetivos lo afronta la Coordinadora de Anpas de Vilagarcía?
-El principal objetivo de la Coordinadora es poner en funcionamiento la maquinaria del Consello Escolar Municipal. Los primeros pasos ya se dieron con el anterior gobierno, pero ahora hay que poner a rodar todo eso.
-¿Qué valoración hace de la salud del sistema educativo?
-Estamos en una situación que va a peor por culpa de los recortes. Las exigencias de formación para acceder al mercado laboral no son ahora las mismas que en la década de los 70, y el sistema educativo no se ha actualizado. Aunque quizás lo más grave que estamos padeciendo es que no se atiende bien a los niños con necesidades educativas especiales porque hay mucha demanda de profesionales especializados en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje pero la administración le asigna pocos a los centros. Por poner un ejemplo, en A Lomba tenemos 89 niños con necesidades educativas especiales, pero solo contamos con dos profesionales de Pedagogía Terapéutica y uno de Audición y Lenguaje. Eso significa una hora semanal por alumno, lo cual es ridículo, y provoca que los profesionales que hay estén saturados de trabajo. Y todo porque la Xunta de Galicia utiliza una forma de baremar ilógica, por unidades en vez de por niños que necesitan el servicio. Y también hacen falta cuidadores para niños con Asperger, autismo...
-¿Cuáles son las carencias más importantes en Vilagarcía a nivel estructural?
-Por citar algunos, en el Anexo A Lomba el sistema eléctrico es tan viejo que no pueden poner a funcionar más que un par de equipos informáticos a la vez porque si encienden más saltarían los diferenciales, y el pavimento del patio es de adoquín, que es una verdadera trampa para los niños. En A Lomba las aulas de Infantil son peceras acristaladas sin ventanas, y a partir de mayo y junio hay días en que se llega allí dentro a temperaturas de 30 grados, y los profesores tienen que salir con los niños para los pasillos. Otro problema grave de A Lomba es la falta de un administrativo. En estos momentos los directivos ni siquiera tienen tiempo de tramitar las solicitudes de ayuda para el material porque tienen que hacer los trámites del comedor escolar. En junio hay gente que tarda hasta tres días en conseguir matricular en el colegio a sus hijos. Pero quizás lo más sangrante de todo, lo que más clame al cielo sea lo que está pasando con su aula de gimnasia, que a eso no se le puede llamar pabellón.
-¿Por qué una entidad con tanto que decir en educación no tiene un local en Vilagarcía donde trabajar y atender a los padres?
-La anterior concejala de Educación, Rocío Llovo nos ofreció poco antes de las elecciones un local en el Centro Comercial Arousa. Pero era un local de reuniones compartido con la comunidad de propietarios del centro, y allí no podíamos ni meter un archivador o conectar un ordenador. Con el nuevo gobierno aún no hemos hablado de ese asunto, pero lo que sí puedo decir es que el anterior gobierno nos oía pero no nos escuchaba, y este nos oye y nos escucha.
