Los alumnos y profesores del colegio Rosalía de Castro (O Grove) tendrán que convivir durante un tiempo con las vallas de seguridad que ha instalado el Ayuntamiento en dos de las fachadas del centro para evitar que la eventual caída de un cascote pueda herir a un niño. Y es que la Xunta de Galicia se compromete a realizar las obras de mejora necesarias, pero ni concreta la fecha de la actuación ni la hará a tiempo para el comienzo de las clases, que es mañana.

Así se lo comunicó ayer la concejala de Educación de O Grove, Pilar Galiñanes a una representación de la dirección del centro y de la asociación de padres de alumnos en una reunión celebrada en el consistorio. La previsión es que el viernes celebren otra en el colegio con la totalidad de los padres de alumnos.

35.000 euros

El Bloque Nacionalista Galego de O Grove denunció el lunes la precaria situación del colegio de Primaria, con dos de sus fachadas valladas por el desprendimiento de partes de la cornisa o la pintura. La Consellería de Educación de la Xunta de Galicia responde al respecto que la unidad técnica de la Jefatura Territorial estuvo allí precisamente el lunes, y que se van a invertir 35.000 euros. "Las casas de los profesores ya no son de nuestra competencia, pero la unidad técnica también va a analizar su estado", añaden desde la administración autonómica.

"En cualquier caso, no se prevé que esto afecte al inicio del curso escolar -añade la Xunta-. Por supuesto, como es indispensable, se velará por la máxima seguridad de la comunidad educativa".

Los problemas se iniciaron el curso pasado, tras varios desprendimientos. Tras tomar posesión, el nuevo gobierno municipal le reclamó a la Xunta de Galicia que fuese a ver los desperfectos para hacerse cargo de la reparación de los mismos, habida cuenta de que las obras de mantenimiento convencional en los centros de Infantil y Primaria son competencia de los ayuntamientos, pero las obras mayores le corresponden a la Xunta. A este respecto, un técnico municipal de O Grove redactó un informe según el cual las obras del Rosalía de Castro son responsabilidad de la Consellería de Educación.

Posteriormente, en los últimos meses también se cayeron unos cascotes del inmueble destinado a viviendas de los profesores, y lo que hizo el Concello fue vallar las dos zonas para evitar riesgos en el desarrollo de la ludoteca de verano. Pilar Galiñanes sostiene que "en principio no hay riesgo de que se vayan a producir nuevos desprendimientos, pero hemos vallado la zona para evitar sustos, por pequeños que sean".

La edil plantea que la situación no afectará al desarrollo normal de las clases, aunque sí que se perderá una pequeña parte del patio que da a la calle Conchases, lo que sí afectará provisionalmente a las clases de Educación Física.

Un edificio antiguo

El Rosalía de Castro es uno de los colegios más antiguos de O Grove, y los problemas de mantenimiento no son nuevos. En 2011, de hecho, ya hubo una acusada polémica, y la Xunta de Galicia hizo un informe en el que descartaba que el edificio tuviese ningún tipo de problema estructural. En aquella ocasión incluso se había producido un hundimiento parcial del suelo, pero también hubo que actuar en el tejado, pues ya entonces había riesgo de desprendimientos. En aquella ocasión, los operios trabajaron por las tardes para de ese modo no entorpecer en el desarrollo normal de las clases.

Este es uno de los frentes abiertos que tiene la Xunta de Galicia en O Salnés. Otro de los que han generado una intensa polvareda es la supresión de aulas en el colegio Torre-Illa. Los padres llegaron a presentar reclamaciones colectivas ante la Xunta.