Con más de un siglo de historia a sus espaldas, concretamente 117 años, la parroquia de San Miguel de Deiro volvió a ser fiel a su cita con la carrera de burras de San Roque do Monte. Alrededor de dos mil personas, según fuentes oficiales, se acercaron al circuito habilitado a tal efecto para seguir in situ la peculiar prueba.

Un total de nueve equipos tomaron la salida a las siete de la tarde de ayer. Ni las altas temperaturas fueron obstáculo para que las participantes mostrasen un alto nivel de esfuerzo y ritmo competitivo. La "Chula" volvió a mostrarse como la más rápida en cubrir el recorrido en lo que supone el revalidar el título que lleva consiguiendo desde hace dos años.

Los 100 euros que la organización, la comisión de fiestas de San Roque do Monte, dona a su dueño se ven acompañados en esta ocasión de un nuevo trofeo así como de un saco de pienso por el mero hecho de participar. La burra "Felipe" alcanzó la segunda posición con 75 euros de premio y 50 euros para la tercera en liza.

Lo arraigado de la tradición, adornada con notas de peculiaridad por lo característico del evento, no está reñido con el máximo respeto a los animales. Tanto los que participan como los que siguen la carrera tienen muy claro que el maltrato a las burras no es de ley. Así hubo alguna queja por lo que consideraban un trato fuera de lugar a uno de los animales.

La utilización de una fusta provocó las muestras de rechazo por parte de los curiosos que se concentraron en el lugar.

Como no podía ser menos, también se celebraron los juegos tradicionales populares que también contaron con una altísima participación por parte de todos. Desde carreras, la subida al palo o el tiro a la cuerda con participación de hombres y mujeres, fueron algunas de las actividades que se llevaron a cabo. Tampoco faltó el juego de beber del zurrón o encontrar la moneda dentro del cubo. Algunas de las escenas más hilarantes llegaron con el juego de explotar el globo con la barriga. Todo ello en un ambiente festivo que se prolongó hasta bien entrada la noche con música y comida para todos los que se reunieron en San Miguel.