La Xerencia de Urbanismo y la Mesa de Contratación son los dos únicos órganos que el gobierno de Vilagarcía ha logrado sacar adelante de los asuntos de organización municipal, pues las liberaciones de los concejales, la indemnizaciones por asistencias a pleno o las retribuciones de los partidos continúan bloqueadas desde que en junio el PSOE tomó las riendas de Ravella.
Tras el rechazo del equipo que dirige Alberto Varela de aceptar la propuesta de pacto de gobierno que le ofreció el PP de Tomás Fole, estaba previsto que se retomasen las conversaciones con los grupos de izquierda para intentar alcanzar un acuerdo de una vez por todas, un pacto que se presenta complicado a tenor de la evolución de los acontecimientos que se han sucedido en este enquistado conflicto político.
El alcalde, Alberto Varela, declaró ayer que "se está hablando con las formaciones", si bien matizó que "con algunas es más fácil que con otras". El regidor socialista insistió en que su grupo está dispuesto a hablar "sin límites" para establecer la organización municipal.
Los partidos de izquierda consultados por este periódico (Esquerda Unida, BNG y Somos Maioría) aseguraron ayer que durante esta semana no han recibido ninguna llamada por parte del Ejecutivo socialista.
Tras desestimar el pacto de gobierno planteado por el Partido Popular y la falta de una nueva propuesta por escrito por parte de Esquerda Unida (sí la presentó al inicio de las negociaciones), parece que la única opción que le queda a Alberto Varela es llegar a un acuerdo con el BNG y Somos Maioría. Estos cuatro votos serían suficientes para sacar adelante los asuntos del pleno de organización con mayoría, puesto que sumados a los ocho del PSOE arrojarían un total de once.
Pero por el momento no hay visos de acuerdo. Una vez que estén enfiladas las conversaciones el ejecutivo convocará una junta de portavoces para celebrar el pleno de organización.
