O Salnés ha dejado de ser un lugar de residencia atractivo para nuevos vecinos. Así se desprende del último balance de movimientos migratorios publicado esta semana por el Instituto Galego de Estadística (IGE), el cual revela que en 2014 abandonaron la comarca 3.582 personas, la mayor "fuga" de salinienses que el IGE ha registrado hasta el momento -los datos que ofrece sobre migraciones comienzan en 1990-. Y a este desesperanzador dato para la demografía arousana se une que pese a que el número de nuevos vecinos (inmigraciones) también ha crecido, no logra compensar el de habitantes que se mudan a otros concellos, lo que se traduce en un saldo migratorio negativo de 341 personas, el más elevado de los últimos 24 años.
O Salnés siempre ha recibido a más residentes de los que ha perdido por trasladar su domicilio a otros lugares. Esta tendencia positiva para el crecimiento poblacional de la comarca se mantuvo hasta 2012, a excepción de 1996, cuando el saldo migratorio fue de -136. Desde ese año, en los municipios salinienses se empadronó en cada uno de los ejercicios sucesivos más gente de la que se dio de baja por razones de cambio de residencia.
Pero en 2013 fue más alta la cantidad de vecinos que emigró de O Salnés que las personas que iniciaron una nueva etapa de su vida en la comarca. El saldo negativo fue de 159, una situación que en 2014 se agravó al incrementarse la diferencia a -341.
La inmensa mayoría de los movimientos migratorios desde y hacia O Salnés se producen dentro de la comunidad autónoma gallega, lo que se denomina emigración e inmigración interna, con 2.284 y 2.240 desplazamientos respectivamente.
En lo que se refiere a los cambios de domicilio dentro de la propia comarca, el IGE computa 1.031. En este sentido llama la atención el caso de Vilagarcía, pues pese a ser el municipio de O Salnés más poblado y con más servicios, hay más vilagarcianos que deciden mudarse a otras localidades salinienses (224) que habitantes procedentes de estos concellos que se instalan en la capital arousana (214).
Vilagarcía registra una de las peores evoluciones de toda la comarca. En una ciudad en la que el tejido industrial se ha reducido a la mínima expresión y donde las tasas de desempleo todavía son altas, el último saldo migratorio apunta a -194 personas, la primera cifra negativa desde 2010. Esto quiere decir que en los últimos tres años el ayuntamiento vilagarciano aguantaba la caída demográfica generalizada que sufre Galicia al recibir a más nuevos vecinos de los que abandonaban la ciudad para mudarse a otros sitios.
Se van 1.300 vilagarcianos
Pero la situación ha cambiado y Vilagarcía pierde más habitantes de los que gana con los cambios de residencia. Así, en 2013 el municipio contabilizó 1.097 emigraciones, mientras que en 2014 esta cifra aumentó a 1.306. Especial mención requieren los desplazamientos al extranjero, que se duplicaron en tan solo un año: de 99 en 2013 a 257 en 2014.
En las inmigraciones ocurrió el proceso contrario: en 2013 inmigraron a Vilagarcía 1.171 ciudadanos y en 2014 fueron menos, concretamente 1.112, según el IGE.
También registraron datos negativos otros concellos de O Salnés como O Grove (-8), A Illa de Arousa (-20), Meaño (-25) y Sanxenxo (-198).
En el lado contrario se encuentran cuatro localidades que empadronaron a más habitantes de los que se dieron de baja por motivos de cambio de domicilio. Son Cambados (con +29), Meis (+23), Ribadumia (+4) y Vilanova (+48).
