Trece miembros del Ejército de Tierra completan estos días en Pedras Negras (San Vicente de O Grove) la última fase de entrenamiento antes de poner rumbo a la Base Antártica Española (BAE) Gabriel de Castilla.

Situada a ás de 13.000 kilómetros de distancia, esa base reúne a un buen número de científicos que se ocupan de estudiar la flora y la fauna del continente helado, y la misión de los militares españoles que ahora se adiestran en O Grove no es otra que protegerlos y prestarles todo tipo de apoyo.

El empleo de trajes de supervivencia y GPS, saltos de agua, natación, montaje y desmontaje de embarcaciones a motor o salidas de playa en esas lanchas son algunos de los ejercicios que ocupan a los militares españoles desplazados a O Grove, aunque lógicamente las condiciones meteorológicas no son las mismas, ya que a su llegada a la base situada en la isa Decepción, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur, les esperan temperaturas de hasta 19 grados bajo cero y vientos de más de 120 kilómetros por hora.

En el Ministerio de Defensa aclaran que el objetivo de esta misión es "mantener la presencia física de España en el territorio antártico, en cumplimiento a los acuerdos suscritos por nuestro país en el marco del Tratado Antártico y sus Protocolos", además de "colaborar con el Ministerio de Economía y Competitividad en las labores de investigación científica realizadas en la isla Decepción y en aquellos otros lugares del territorio antártico que se determinen".

Del mismo modo, se trata de "mantener en adecuadas condiciones de uso las instalaciones, material y equipo de la Base Antártica Española Gabriel de Castilla para el desarrollo de los trabajos de investigación y experimentación", así como "desarrollar proyectos de investigación y experimentación para el Ejército de Tierra" y "dar a conocer a la sociedad en general, al mundo científico y a la institución militar en particular, la presencia y actividades del propio Ejército en la Antártida".