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Las trampas para ciclistas aparecidas en Meis causan indignación y sorpresa

- El alcalde dice que quiere reunirse cuanto antes con los responsables del Centro BTT -Aficionados alertan del supuesto mantenimiento deficiente de algunas rutas oficiales

Aficionados al ciclismo de montaña recorren la Ruta da Pedra e da Auga, en Meis. // Noé Parga

Hace menos de un año hubo una agria polémica en Meis por la aparición de unos carteles en los que se prohibía el paso de los ciclistas por determinados caminos de monte pertenecientes a la comunidad de montes de Armenteira. Los carteles habían sido supuestamente colocados por los cazadores, que se quejaban de que los deportistas les ahuyentan la caza y de que es peligroso que haya ciclistas por los caminos durante las jornadas de batidas. El Ayuntamiento de Meis se puso en aquella ocasión del lado de los ciclistas -por esa zona pasan varias rutas del Centro BTT- y los carteles fueron retirados. Pero en realidad el asunto debió quedar más resuelto, y la prueba de ello es que han ahora han aparecido trampas para los ciclistas: unas tablas con grandes clavos de punta hacia arriba que se han encontrado este fin de semana dos aficionados de A Illa.

El alcalde de Meis, José Luis Pérez afirma que tuvo conocimiento de lo sucedido porque le avisó el responsable del Centro BTT, y avanza que "voy a reunirme con él cuanto antes para hablar del asunto y ver que decisión tomamos". El regidor afirma que "que haya trampas en el monte es algo sorprendente y que hay que tomar muy en serio", y recuerda que además "es algo que está sucediendo en otros lugares de España".

En efecto, en los últimos años se han detectado artilugios de este tipo en el monte que parecen especialmente pensados para los aficionados al ciclismo de montaña, como cables colocados a la altura del pecho o incluso del cuello, grandes piedras o maderos en medio de las sendas y caminos o tablas con clavos, como las que aparecieron este fin de semana en Armenteira.

Este tipo de trampas pueden ser muy peligrosas, y aunque el suceso de Meis de estos días se saldó sin consecuencias personales graves, ya se han dado casos de heridas muy serias. Así, un ciclista de 38 años sufrió una lesión medular en septiembre de 2014 tras chocar contra una gran piedra que colocaron tras una rampa en montes de Valadares (Vigo) y a finales de julio pasado un hombre de Salamanca se mató contra un cable en Cantabria. Es por ello que la actitud de quien coloca estas trampas enoja mucho a los deportistas.

En el caso de Meis, ademáis, el problema tiene o puede tener consecuencias económicas y turísticas, puesto que este municipio cuenta con el primer Centro BTT (bicicleta todo terreno) de Galicia, un proyecto de la Xunta pensado para fomentar el turismo activo y de naturaleza en lugares con poca tradición de visitas. Este centro se ubica en el monte Castrove, junto al campo de golf, y la existencia de estos peligrosos artilugios en sus rutas podría ser un grave varapalo para el mismo si los aficionados a la bicicleta dejan de acudir a la comarca por miedo.

"Es un loco"

El representante de un club ciclista de montaña que prefiere mantenerse en el anonimato sostiene que "quien pone una trampa en el monte es un loco", en alusión a las gravísimas consecuencias que puede tener un accidente, pero que hay que reflexionar sobre lo sucedido por si también pueden existir razones de fondo. "Los comuneros se quejan mucho de que la gente se sale de las rutas y que van por caminos que no forman parte del Centro BTT. Y a lo mejor eso se debe a una deficiente señalización de los senderos", de la serían responsables la empresa que gestiona el Centro BTT -que debería hacer recorridos periódicos por las rutas para ver que no existan trampas y que están visibles todas las señales de orientación- o incluso de los concellos, que son los que tienen que limpiar los caminos y desbrozar la maleza que pueda ocultar las señales. Este aficionado incluso apunta que "las comunidades no pueden pretender tener la misma superficie de monte que antes de haber vendido terrenos".

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