Las trampas para ciclistas que cada vez parecen proliferar más en los montes de Galicia y diversos puntos de España, ya sean clavos, rocas colocadas en las diferentes ruta s e incluso lazos de acero, también están presentes en el Castrove, tal y como pudo comprobar ayer un grupo de aficionados isleños.

Fue cuando disfrutaban de la bicicleta de montaña y el contacto con la naturaleza en el entorno de Armenteira (Concello de Meis), a la altura del campo de golf, cuando se vieron sorprendidos por la presencia de tablas en las que alguien había colocado grandes clavos, situados estratégicamente para hacer daño, pues tenían las puntas hacia arriba y estaban semicubiertos por hojas que los hacían prácticamente indetectables.

Dos de los ciclistas de A Illa implicados en este episodio sufrieron sendas caídas tras pinchar las dos ruedas de sus bicicletas en esas trampas de clavos.

Relatan que, afortunadamente, no sufrieron lesiones graves, quizás porque en la zona donde ocurrieron los hechos no circulan a excesiva velocidad, pero también son conscientes de que pudo haber ocurrido una desgracia, y de hecho están convencidos de que "acabará ocurriendo" si siguen colocándose estas trampas.

"Salimos en bicicleta todos los fines de semana para disfrutar del deporte y de los montes; lo hacemos sin molestar a nadie y además de hacer ejercicio nos divertimos mucho, pero esta vez nos hemos llevado un gran susto que nos lleva a preguntarnos cómo puede haber gente que haga estas cosas", explica uno de los integrantes de ese grupo de ciclistas de montaña que ayer sufrió el percance.

"Estamos verdaderamente indignados y solo podemos pedir a los responsables que desistan de su actitud y dejen de poner en riesgo la vida de los demás, ya que si esto sigue así el día menos pensado habrá que lamentar alguna desgracia", sentencian los ciclistas isleños.

Hay que recordar que el pasado 4 de septiembre un ciclista sufrió graves lesiones medulares cuando descendía por el Monte Alba (Vigo), y minutos antes del terrible accidente varios agentes habían acudido a la zona tras recibir llamadas de ciclistas que alertaban de la presencia de obstáculos peligrosos en la senda.

En enero pasado incluso se desarrolló en Oia una ruta BTT reivindicativa que estaba impulsada por el club Ciclismo Oiense, con el lema "No más trampas en el monte" y participación de alrededor de 400 ciclistas. De este modo daban su apoyo al aficionado que había sufrido la lesión medular meses antes al impactar con una piedra de grandes dimensiones colocada en su ruta.

Desde entonces tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales se dieron a conocer otros casos de ciclistas que se toparon con trampas en su camino e incluso sufrieron graves heridas a causa de ello.

Lo sucedido ayer en Armenteira es un caso más, y los ciclistas sospechan que no será el último.