El premio final para los que consigan completar la ruta es el monasterio de Armenteira, una joya del románico cisterciense. En la aldea suele haber bastante animación por las mañanas y hay un par de bares donde reponer fuerzas. También suele llamar la atención la majestuosa Pousada (que sigue cerrada), desde la cual se puede disfrutar de unas espléndidas vistas de la ría de Arousa. Son muchos los vecinos de Armenteira que afirman estar encantados con estas visitas del presidente del Gobierno, por la publicidad que esto supone para la aldea. En ella, Rajoy puede disfrutar de un ambiente de tranquilidad, y de sosegados desayunos en el bar O Comercio, en el que nunca faltan el zumo de naranja, el café con leche y una tostada de pan con aceite.

Desde que es presidente, Rajoy elude en la medida de lo posible los lugares con grandes aglomeraciones de gente, de ahí que una de las playas preferidas sea la fluvial de Pago Negro, en el tramo de Meis del río Umia. Fue allí donde fue a darse un chapuzón el pasado día del Apóstol.