El Concello de A Illa de Arousa retomó ayer las obras de construcción del muro de contención de la plaza de O Regueiro, una obra que quedó paralizada a principios del pasado mes de julio por orden de Portos de Galicia, al carecer de los permisos necesarios para su ejecución.

Las obras tienen como principal objetivo frenar el efecto que las mareas están causando en el actual paseo marítimo, que se encuentra seriamente debilitado, con numerosas brechas por las que el mar penetra, lo que ha provocado varios hundimientos en la emblemática plaza, centro neurálgico del casco urbano isleño. Ese problema viene registrándose desde hace años, ya que fue en el año 2001 cuando se detectaron las primeras incidencias, que obligaron a demoler el edificio de la antigua Cultural antes de que acabase viniéndose abajo.

Para el Concello se trataba de obras fundamentales, por eso comenzó a ejecutarlas en un terreno que pertenece a Portos de Galicia pero que se encuentra cedido a la administración municipal por un período de 50 años, sin contar con que era preceptivo el permiso de la primera de las instituciones. Tras aguardar un mes, en el que se registró un rifirrafe dialéctico entre ambas instituciones, Portos autorizó las obras el pasado jueves y la empresa adjudicataria de las mismas comenzó a realizarlas en la jornada de ayer, con la colocación de la piedra que va a formar el nuevo muro de contención. En esta actuación se van a invertir más de 150.000 euros, procedentes de un plan de reparación de infraestructuras con carácter urgente puesto en marcha por la Diputación provincial en la última etapa de Rafael Louzán como su presidente.

Las obras que se están llevando a cabo en estos momentos son solo la primera fase de una actuación mucho más ambiciosa, cuyo principal objetivo es cambiar por completo la imagen actual de la plaza de O Regueiro. Esa actuación se llevará a cabo en próximas anualidades y se centrará en convertir este entorno en un lugar de esparcimiento para los vecinos.