Meteogalicia prevé para hoy cielos despejados y temperaturas de 28 grados en Vilagarcía. Así, la capital arousana estrena el mes de agosto con tiempo veraniego pero con la bandera amarilla izada en su playa urbana, la de A Concha-Compostela. Aunque este arenal carece de bandera azul debido a los frecuentes vertidos, es uno de los más concurridos del municipio. Precisamente un derrame de aguas fecales es la causa que desaconseja el baño en la playa desde el miércoles. Esta recomendación permanecerá vigente durante todo el fin de semana debido a los datos que arroja el último análisis.

El Concello recibió ayer a mediodía los resultados de la muestra tomada el miércoles por la Consellería de Sanidade en los que se advierten de que la concentración bacteriológica en las aguas "seguía superando el nivel máximo permitido por ley". Ravella pidió una nueva muestra, pero al tratarse de un viernes y no trabajar los laboratorios el fin de semana, la Consellería que dirige Rocío Mosquera no recogerá la prueba hasta el lunes, y los resultados de la analítica no llegarán al Ayuntamiento hasta 24 horas después.

Críticas a Sanidade

El concejal de Medio Ambiente, Lino Mouriño, lamenta que el seguimiento del vertido no se haga "con mayor premura" para no tener que esperar cuatro días para conocer la evolución del estado del agua, "teniendo en cuenta que desde el miércoles las condiciones meteorológicas cambiaron y son más propicias", precisan fuentes municipales. Añaden que la semana pasada soplaba viento del sur, que arrastra al fondo de la ría las corrientes "y toda la porquería que trae el mar", mientras que desde el jueves ya sopla del norte, sostienen desde Ravella.

Mouriño anunció que desde hoy mismo el Concello intensificará los controles en el tramo de la playa comprendida entre el "acuario", es decir, el Centro de Interpretación da Ría de Arousa (CIRA), y el parque de la Compostela, lugar donde precisamente se están registrando los niveles superiores a los permitidos de la bacteria Escherichia Colli.

El principal problema que arrastra desde hace años la playa de A Concha-Compostela y que por el momento ningún gobierno ha logrado erradicar son los vertidos. Para tratar de ponerles fin, el edil Lino Mouriño y personal municipal acompañaron ayer por la mañana a técnicos de Control de Vertidos de Augas de Galicia para rastrear todo el litoral desde Carril hasta el muelle de O Ramal y detectar posibles focos de emisión de aguas residuales.

Los expertos revisaron todos los aliviaderos de pluviales y también las desembocaduras de regatos, como el Tripeira. Recogieron seis muestras de agua en distintos puntos de los arenales y sus analíticas tardarán "algo más de una semana", si bien a simple vista el agua de las muestras "no presentaba anomalías", pues era incolora e inodora.

El gobierno socialista recuerda que solicitó una entrevista con la conselleira de Medio Ambiente hace un mes para abordar la problemática de los vertidos y que pese a que el delegado de la Xunta se comprometió a agilizar el encuentro, por el momento no hay fecha.