Areoso está a unos diez minutos en barco del puerto de O Xufre, uno de los extremos más lejanos de A Illa de Arousa.

La singladura en la embarcación de la cofradía es tranquila a pesar del oleaje propiciado por la brisa marina.

Desde el faro de Punta Cabalo ya empieza a divisarse con claridad el blanco islote incrustado en medio de unas aguas de espectacular color turquesa, que marcan de forma natural la franja protegida por la propia naturaleza.

Cinco minutos después, Areoso está al alcance de la mano pero las boyas impiden acercarse más. Pero esta distancia es suficiente para comprobar la paz que se respira.