En base a una serie de criterios técnicos las añadas de la Denominación de Origen Protegida Rías Baixas fueron calificadas como "excelente" en 1989 y entre 2004 y 2007, inclusive; como "muy buena", en 1988, 1990, de 1994 a 1997, en 2003 y desde 2009 hasta 2013; y recibieron la distinción de "buena" en los años restantes. Incluido el de 2014, tal y como anunció ayer el Consello Regulador en un acto celebrado en Madrid.
El presidente de dicho órgano, Juan Gil de Araujo, explicó en la capital de España que "la meteorología de influencia atlántica condiciona año tras año la calidad, el estilo y también el volumen de las cosechas de Rías Baixas", ante lo cual "la experiencia y sabiduría de los bodegueros y enólogos les permite aprovechar las dificultades de esta meteorología para sacar a la luz lo mejor de nuestras variedades autóctonas".
En el caso de los vinos elaborados tras la vendimia del año pasado, los técnicos aclaran que "las bajas temperaturas y las abundantes lluvias han condicionado tanto la maduración como el equilibrio organoléptico de la uva".
Y el resultado, según matiza el panel de cata del Consello Regulador, fueron unos caldos que "experimentan una mejora sustancial a medida que pasa el tiempo y su estadía en botella".
Se han obtenido, por tanto, unos vinos "con una calidad global correcta" que permiten a la añada 2014 hacerse merecedora de la calificación de "buena", y esta es la prueba de que "el trabajo en bodega es clave para resaltar las virtudes de nuestras variedades", apostillan los expertos.
Juan Gil de Araujo quiso hacer hincapié en que la calificación de la añada 2014 como "buena" es "una decisión avalada por una rigurosa política de calidad, lo que garantiza que las valoraciones sean lo más objetivas posible", siempre de acuerdo con el informe técnico redactado por el órgano de Control y Certificación del propio Consello, responsable de la acreditación de los vinos.
Ese órgano limitó su calificación a "buena", y no concedió la de "muy buena" o "excelente", como en los últimos ejercicios, teniendo presentes "las adversas condiciones meteorológicas registradas a lo largo de todo el pasado año, pues dificultaron el ciclo vegetativo de la planta".
Rías Baixas aprovecha para decir que a 31 de mayo pasado ya se verificaron 7 millones de litros, "lo que supone un 43,33% del total de vino elaborado" con la uva recogida en 2014, la cual propició más de 16 millones de litros.
