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Sesión de investidura · Sin novedad en el municipio vikingo

Alberto García García no quiere dormirse en los laureles después de tres décadas

El veterano alcalde de Catoira dice afrontar con "responsabilidad" una nueva etapa al frente del Concello -Promete "trabajo" y mayor esfuerzo para seguir mejorando la villa

La portavoz del PP vota ante la mirada del secretario, Javier Gago (de pie) y del alcalde reelegido de Catoira, Alberto García. // Iñaki Abella

En Catoira se vivió ayer uno de los plenos de investidura más solemnes, con su lectura de actas, informes o artículos de la ley de turno, voto secreto en urna, utilización de diversas fórmulas para prometer o jurar el cargo y, en definitiva, con todos los alicientes necesarios para dar un realce especial a la sesión. Y eso que el resultado estaba cantado de antemano, ya que el socialista Alberto García García tiene siete concejales en una Corporación de once, lo cual le permite gobernar con comodidad y afrontar tranquilo este mandato en el que cumple treinta años como primer edil.

Eso sí, ya advierte de que a pesar del tiempo transcurrido no está dispuesto a dormirse en los laureles, por eso asegura que tiene cuerda para rato y se compromete a "seguir trabajando como siempre".

Dos secretarios

Por no faltar, en tan protocolario pleno no faltaron ni los intercambios de saludos entre secretarios municipales y viejos conocidos de la política, ya que ejerció como titular el exalcalde vilagarciano Joaquín Javier Gago López y asistió al acto entre el público alguien que fue su suplente en la Secretaría del Concello durante años, el exconcejal pobrense Manuel Quintáns Queiruga.

Fue precisamente Joaquín Gago quien se ocupó de explicar que el acta de arqueo del Concello arroja un resultado en caja de más de 49.000 euros, o que los activos y pasivos de los bienes municipales suman más de cinco millones.

Tras detallar esto se constituyó la mesa de edad, con Alberto García como concejal con más años y con Javier César Casal (BNG) como el más joven.

Y al presentarse a la investidura como alcalde los tres candidatos, es decir, Alberto García (PSOE), Juan José Castaño Conde (BNG) y Adriana Rodríguez Fernández (PP), se procedió a la votación en urna.

El voto secreto -que en realidad no lo era tanto- no deparó sorpresas alguna y el socialista logró los 7 apoyos correspondientes a las actas de concejal que su partido logró el 24-M, frente a los tres de los nacionalistas y el voto que obtuvo la edil conservadora, el suyo.

De este modo fue proclamado nuevamente García, quien aseguró que después de tantos años como alcalde sigue siendo para él "un honor y una enorme responsabilidad" ocupar dicho puesto.

De ahí que se mostrara agradecido a quienes lo arroparon en las urnas "para que gobernemos el Concello y trabajemos en defensa de sus intereses durante los próximos cuatro años".

Tras asumir el bastón de mando recordó la importante victoria electoral para mostrarse "alegre" por ella, pero también para reconocer que "es un mandato claro para que nos esforcemos aún más si cabe en nuestra tarea diaria de trabajar para mejorar la calidad de vida de todos los catoirenses, prestándoles los servicios municipales que se merecen y dando respuestas y soluciones a sus problemas".

El alcalde vikingo, que parece rejuvenecer en cada mandato y acudió a la cita sin corbata, terminó diciendo que "en la política municipal no hay días de descanso, por lo que hoy constituimos la nueva Corporación, pero mañana ya nos toca atender a los vecinos, escucharles y resolver sus problemas, y así lo haremos durante los próximos cuatro años".

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