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El PP ya acaricia la Alcaldía de Cambados, pero está a un paso de perder la de Ribadumia

Independientes, Somos y el PSOE llegan a un principio de acuerdo en el histórico bastión de Salomé Peña y Rafael Louzán -Luis Aragunde contactará con Pode, pero no descarta gobernar los cuatro años en minoría

Abal Varela intenta cortejar de nuevo a la izquierda, pero estos partidos descartan reunirse con él. // I.A.

El paisaje político comienza a aclararse en aquellos municipios de O Salnés en los que el terremoto electoral del 24 de mayo dejó corporaciones sin un gobierno claro. En Cambados todo apunta a que Luis Aragunde volverá a ser alcalde, después de que la izquierda rompiese las negociaciones con Pode. Y en Ribadumia, los Independientes, Somos Ribadumia y el PSOE alcanzaron un principio de acuerdo para gobernar, lo que en la práctica significa que se irían a la oposición la alcaldesa desde 2001, Salomé Peña y el presidente de la Diputación y del PP de Pontevedra, Rafael Louzán.

El vuelco en Ribadumia, de producirse finalmente, tendría un enorme simbolismo en una comarca en la que el PP gobernó ocho de nueve ayuntamientos de 2011 a 2015 -y en el noveno también fue la lista más votada-, y que ahora han perdido plazas tan importantes como Vilagarcía y O Grove. Aunque quizás ninguna de ellas tenga el peso simbólico de la de Ribadumia, por ser el feudo del líder del PP en Pontevedra y de la Diputación durante la última década.

De todos modos, todavía no hay nada definitivo en Ribadumia. Los tres partidos que han llegado al principio de acuerdo admiten que quedan "unos flecos" por resolver, y Somos Ribadumia y el PSOE todavía tienen que someter el eventual pacto a la aprobación de sus asambleas de militantes. Además, el PP no va a dejarse morir sin luchar, y el lunes por la noche tienen una reunión con el concejal electo de Somos Ribadumia para exponerle unas propuestas concretas de gobernabilidad.

Puesto que la asamblea de Somos Ribadumia no será hasta el martes o el miércoles, aún cabe la posibilidad de que los miembros de esta organización ciudadana se decanten por el PP, por la abstención o por votarse a sí mismos. Cualquiera de estas opciones permitiría conservar la Alcaldía a Salomé Peña, que aventaja en un concejal a los Independientes. "A día de hoy (por ayer) esa reunión no se anuló", espetó a media tarde de ayer Salomé Peña.

Sea como fuere, lo que ya hay sólido es un comunicado conjunto de Independientes, Somos y PSOE, en el que dicen que el acuerdo -si finalmente se produce- "será firmado ante notario, y contiene un código ético, unos objetivos programáticos comunes y una propuesta de organización del Ayuntamiento con el correspondiente reparto de áreas".

En el cuarto punto del escrito se indica que "la intención de todos los grupos es impulsar una nueva etapa en el Ayuntamiento de Ribadumia, caracterizada por la transparencia, la mejora de la atención a los vecinos y la democratización del Concello".

El comunicado, que enviaron por separado las tres fuerzas, en cada caso con su respectivo membrete, no aporta dato alguno a mayores de los puntos en común ni de cómo se organizaría el trabajo del gobierno. Tampoco ha querido ser mucho más explícito el candidato a la Alcaldía de Ribadumia, el independiente David Castro. "En lo que se está trabajando ahora es en tratar de unificar los tres programas en uno solo". Lo que sí ha quedado claro es que si finalmente prospera el tripartito el regidor sería David Castro, que obtuvo cinco concejales, por uno Somos y otro el PSOE. Algo que parece de perogrullo, pero que sin embargo en Cambados no lo es.

Y es que las conversaciones a cuatro bandas que se iniciaron para desalojar al PP del gobierno tras 28 años de mayorías absolutas conservadoras se han roto porque el partido menos votado puso como condición innegociable ostentar la Alcaldía del municipio.

Argumentos de Abal Varela

Los tres partidos de izquierda de Cambados tardaron poco más de dos horas (una el martes y otra el jueves) en dar un portazo en las narices a José Ramón Abal Varela, el concejal electo de Cambados Pode. Éste insiste en que lo lógico es que sea él el candidato a la Alcaldía del cuatripartito, y la izquierda no ha querido comulgar con ruedas de molino. Las dos partes se acusaron ayer mutuamente de ponerle en bandeja la Alcaldía al PP.

Abal Varela argumenta que "la plataforma de vecinos Cambados Pode debe ser un proyecto común al que se sumen los demás partidos. Ellos deben olvidar las siglas y sus intereses partidistas o particulares, y estoy convencido de que la izquierda no dejará pasar esta oportunidad histórica de gobernar en Cambados".

Aunque Abal Varela solo tiene una concejalía y recibió solo el 5 por ciento de los votos, se siente legitimado para liderar la oposición "porque fuimos nosotros quienes le quitamos la mayoría absoluta al PP, y tampoco los partidos de izquierda obtuvieron unos grandes resultados". Insiste en que el día 13 se votará a sí mismo en el pleno de investidura "porque esta plataforma vecinal se presentó a las elecciones con un programa y unas ideas, y queremos cumplir nuestros 14 compromisos. Eso es innegociable". En el primero de ellos ya especifican que no apoyarán a ningún candidato de otro partido.

A la pregunta de por qué quiere romper la norma política no escrita por la cual en las coaliciones el puesto jerárquico más elevado lo ocupa la lista más votada, responde que "rechazamos no solo al PP, sino también al PSOE y el BNG. Rechazamos la política tradicional y la idea de que sea la segunda fuerza política la que gobierne si no lo hace la primera. Nosotros somos una plataforma vecinal que no se puede ver en clave política tradicional ni ideológica, y los demás partidos tienen la posibilidad de unirse a esta plataforma". Finalmente, lanzó un mensaje de reconciliación con la izquierda. "No está todo perdido y aún puede haber reuniones para llegar a un acuerdo. Nuestra prioridad sigue siendo un cuatripartito de izquierdas que sirva para acabar con la política clientelar y de enchufismo de Cambados. Escucharemos al PP, pero la posibilidad de pactar con ellos ahora mismo es remota". Pero en la izquierda de Cambados ya no quieren escuchar cantos de sirena.

Fátima Abal y Aragunde

Fátima Abal se despachó a gusto con Abal Varela. "Se ha demostrado que no quiere cambio ninguno en el Concello. Ha traicionado a los más de 3.000 cambadeses que votaron por el cambio y a sus propios votantes. Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila. No sé si él la tiene".

La portavoz socialista dijo que "todos los que estábamos en la mesa estábamos dispuestos a ceder algo, menos él. En una negociación entre dos o más partes todos ceden siempre algo, pero él no quería renunciar a nada de lo suyo". "Estuvo jugando con nosotros y aún quería alargarlo más, pero se acabó", espetó la líder socialista.

Así las cosas, Fátima Abal considera ya imposible reabrir las negociaciones con Pode, así como votarle el día 13 como estrategia para desbancar al PP del poder. "Abal Varela es una persona que no sabe negociar, ni dialogar. Solo sabe imponer. Llevaría a Cambados a un fracaso absoluto".

Mientras, Luis Aragunde se mantiene en la cautela que le ha caracterizado desde el fatídico domingo en el que perdió la mayoría absoluta. Eso sí, ayer admitió que "habrá que reunirse con Cambados Pode y escuchar sus propuestas", aunque ya avanza que "la Alcaldía no se la vamos a dar".

El regidor en funciones no se moja en la pregunta de qué concesiones estaría dispuestos a hacer a cambio de un pacto estable de gobernabilidad ("primero tenemos que saber que nos plantean ellos", responde), pero también deja claro que "tampoco descartamos gobernar en minoría".

Asimismo, lanzó unos cuantos dardos a la izquierda. "Un cuatripartito no funcionaría. Es muy difícil gobernar un ayuntamiento como Cambados entre cuatro. Además, no podemos olvidar que son partidos que no se conocen o que casi están enfrentados entre ellos", en referencia al pasado común del BNG y algunos miembros de Somos. "Hay que pensar en lo mejor para el pueblo".

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