Los milagros obrados por Santa Rita de Cassia han sido reconocidos por los devotos en la iglesia conventual de Vista Alegre, en Vilagarcía de Arousa, con numerosas muestras de afecto y sacrificio, que incluso llevaron a varias personas al desmayo después de peregrinar toda la noche para ser las primeras en oir la misa de las seis de la madrugada. La sorpresa llegó este año de la mano de una familia de Bueu que quiso agradecer los favores de la abogada de los imposibles con una figura de cera de 1,80 metros; la altura del hombre de 36 años ofrecido por una grave enfermedad.

Sobre las cinco de la madrugada llegaron a Vilagarcía dos vecinas de Bueu, consuegras, portando una figura de cera de 1,80 metros en pago de la promesa hecha a Santa Rita por la notable mejoría del hijo de una de las señoras, de 36 años, a quien le diagnosticaron cáncer.

La suegra, que es muy devota de la santa milagrera, y de hecho suele acudir todos los 22 de mayo a Vilagarcía a oir una misa en la iglesia conventual de Vista Alegre, al conocer la grave enfermedad que estaba padeciendo su hijo político, prometió a Santa Rita que, si mejoraba, le iba a llevar una figura de cera del tamaño del ofrecido.

La abogada de los imposibles cumplió con esta devota y la mujer, en agradecimiento encargó a la cerería Román, de Pontevedra, una figura de cera de 1,80 metros de altura. La imagen quedó expuesta durante toda la jornada al pie de la santa, llamando la atención de todas las personas que acudieron a la iglesia. Los fieles que recogen los exvotos en el templo señalaron que nunca habían visto una ofrenda igual a Santa Rita.

Las misas en honor a la abogada de los imposibles comenzaron a las seis de la mañana, pero desde casi una hora antes había gente esperando para entrar en la iglesia conventual de Vista Alegre. Frente al templo, en la calle peatonal, el servicio de Protección Civil y Emergencias de Vilagarcía instaló un hospital de campaña, junto a una ambulancia para atender cualquier urgencia.

El equipamiento se montó a las cuatro de la madrugada y a las 5,45 horas los sanitarios atendieron el primer desmayo de una vecina de Noalla. La mujer llegó extenuada a Vilagarcía tras peregrinar a pie durante la noche para rendir tributo a Santa Rita.

No ha sido la única víctima del cansancio, ya que a primeras horas de la mañana en el hospital de campaña de Protección Civil se atendieron otras cinco lipotimias de fieles procedentes de Vilanova de Arousa, Cambados y Portonovo. Entre los desmayados había personas de 40 a 45 años, pero también gente de más edad.

La iglesia se abrió al filo de las seis de la mañana y en la primera misa pudieron entrar todos los fieles, aunque el recinto estuvo abarrotado. Los oficios religiosos se sucedieron cada hora durante todo el día.

La misa solemne con la presencia de autoridades, fue a las 12 horas, encabezada por el alcalde, Tomás Fole, y varios de los concejales del Partido Popular, el senador José Luis Rivera Mallo, y el capitán marítimo de Vilagarcía. Entre los fieles, como cada año, también estuvo el exalcalde socialista Javier Gago López.

En el exterior de la iglesia conventual numerosos devotos esperaban el turno para entrar a misa y otros optaron por oirla desde fuera para no hacer cola.

A la salida de los oficios religiosos, la peatonal Vista Alegre se convertía en un mercado de romería con puestos de velas, exvotos y las tradicionales rosquillas.

Los vendedores de estos puestos han vuelto a quejarse porque, a pesar de que a Santa Rita va mucha gente, cada vez son menos los clientes que se paran a comprar alguno de productos tradicionales.

Sergio y Rubén son dos jóvenes de Vilagarcía que atienden uno de estos puestos. Ambos señalaron que la crisis económica sigue castigando a las familias, que cada vez compran menos. Carmen recordó que lleva 35 años trabajando como vendedora de rosquillas y antes, al salir de misa, raro era el que no compraba un paquete para llevarse a casa. Beatriz, también vendedora de Vilagarcía, expuso que este año ha sido peor que el anterior en ventas a pesar de mantener los precios.