La Consellería do Medio Rural e Mar anuncia que agentes del servicio de Gardacostas de Galicia realizaron durante el pasado fin de semana un nuevo operativo de protección de los recursos pesqueros que se saldó con el decomiso de 8 kilómetros de rascos (una red que está considerada como arte de enmalle). Estos aparejos, calados ilegalmente y sin identificar en una zona comprendida entre las islas Sisargas y el cabo Prior, solo vienen a confirmar la enorme presión a la que está sometida el medio marino gallego.

La preocupación por la destrucción de los caladeros y la desaparición de determinadas especie de pescados y mariscos es directamente proporcional al incremento y consolidación del furtivismo y la pesca ilegal.

Es muy importante cada "golpe" que asestan Gardacostas, Guardia Civil o Policía Autonómica a aquellos que se dedican a destruir los recursos pesqueros y marisqueros, pero también resulta evidente que queda mucho trabajo por hacer y que sumergidas en las aguas gallegas hay una incalculable cantidad de "trampas" que pescan cada minuto, y cada día, al margen de la ley.

Otra prueba de ello es que al tiempo que se desarrollaba el citado operativo, encontrándose en los rascos interceptados por los funcionarios 37,5 kilos de xuliana, en la ría de Arousa se decomisaban cinco viveros de red (utilizados para almacenar producto ilegalmente), 2,5 kilos de nécora, un kilo de camarón y seis kilos de centollo. Y esto sucedía solo unos días después de que se localizara una tonelada de bivalvos almacenados en cestas que estaban colgadas de bateas de mejillón fondeadas en la propia ría arousana.

En la Consellería do Medio Rural e Mar vuelven a hacer un llamamiento a la ciudadanía para que deje de consumir marisco extraído y comercializado de manera ilegal, ya que está práctica favorece la esquilmación de los caladeros y "puede suponer un riesgo para la salud, al no haber pasado ningún tipo de control que avale ese producto".