Mariscos Linamar S.L., una empresa nacida en 1998 para dedicarse a la distribución de mariscos en España y el extranjero, convirtiéndose desde entonces en una de las principales comercializadoras gallegas, afronta un proceso de ampliación y expansión para dar respuesta a las nuevas tendencias de mercado y a las demandas de sus clientes, sobre todo en lo que se refiere al suministro de mejillón. El proyecto implica una inversión de nada menos que cuatro millones de euros.
A partir del 13 de abril van a desarrollarse importantes obras de ampliación en el puerto cambadés donde está situada esta industria, y todo para aumentar la capacidad de producción del mejillón elaborado.
"Somos un grupo de empresas y personas que actuamos como tal, uniendo medios, conjuntando objetivos y compartiendo responsabilidades con una meta común, como es la de ofrecer a nuestros clientes la mayor calidad en nuestro servicio y en nuestros productos", aseguran en la firma que dirige Lina Solla Sanmartín.
Innovación
La directiva añade que es preciso seguir innovando y mejorando las instalaciones para competir a nivel mundial, de ahí este costoso proyecto de ampliación que, en buena lógica, constituye una importante mejora tanto para el sector productor, ya que los bateeiros se garantizan la continuidad de un buen cliente, como para la economía local y comarcal, por todo lo que representa esta obra desde el punto de vista de la creación de empleo.
Actualmente las instalaciones de la empresa en el puerto cambadés de Tragove disponen de más de 7.000 metros cuadrados de superficie, y cuentan con las certificaciones ISO 22000, referente a un sistema de gestión que garantiza la seguridad alimentaria; ISO 9001, enfocado al cumplimiento de los requisitos de calidad de los clientes; y con la norma internacional Food Standard IFS, que "nos permite obtener la máxima calidad y seguridad en nuestros procesos de fabricación y manipulación de productos con marca de distribuidor", aseguran en la citada industria cambadesa.
Mayor presencia
Con la ampliación prevista, como queda dicho, esta firma va a adentrarse con más fuerza si cabe en el mercado de la comida rápida, dando respuesta así a las nuevas tendencias de consumo, marcadas por la demanda de producto fácil de preparar, de calidad y bien elaborado.
Esta adaptación va a incrementar notablemente la capacidad de producción actual, centrada en la elaboración de mejillones, almejas y otros productos tratados en atmósfera modificada, es decir, mediante "una tecnología que, aplicada a los moluscos, prolonga su vida en el envase y les permite mantener su frescura y calidad sin la necesidad de aditivos ni conservantes".
Como ya se ha explicado en otras ocasiones, puede decirse que la atmósfera modificada "sustituye la atmósfera que rodea al producto en el momento del envasado por otra especialmente preparada para cada especie, de manera que éste se mantiene vivo más días en el envase".
Entre las características que diferencian este método de trabajo está también el hecho de que se presente el producto en un envase "higiénico, reciclable y hermético sin problemas de goteo, ni en la nevera ni durante el transporte", al igual que se obtienen platos "de fácil preparación, con altos contenidos nutricionales, ricos en Omega 3 y aptos para ser preparados en microondas".
Esto lleva a Linamar a decir que sus productos "se conocen a nivel nacional e internacional gracias a la capacidad de adaptación de packaging, higiénico y reciclable, que recibe una muy buena aceptación no solo en el mercado español, entre mayoristas y grandes superficies, sino también en Francia, Portugal, Italia, Alemania o Suiza".
