El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI, por las siglas en inglés de Bottlenose Dolphin Research Institute), tiene base en O Grove. Sus responsables explican que "mediante el uso de técnicas no invasivas que ni molestan ni dañan a los cetáceos" tienen la intención de "estudiar los efectos causados por las actividades humanas en la vida diaria de los delfines".

De este modo, "nuestros proyectos centrados en los cambios en la vida social y comportamiento de los delfines, nos permiten comparaciones con otras especies animales, incluidos los primates, y estos estudios, examinando qué animales cambian de comportamiento o de zona, ligado al conocimiento del sexo, edad y demás factores, nos permitirá establecer diferencias entre los individuos". Lo que hacen en BDRI es "determinar la abundancia, tasas de mortalidad y natalidad de los delfines mulares que visitan la zona; identificar cada uno de los ejemplares, establecer los modelos de asociación entre ellos y cómo la sociedad se puede ver alterada en base a la distribución de alimento; documentar el uso del hábitat y la relación existente con la pesca y acuicultura; incluir en un Sistema de Información Geográfico (SIG) datos acerca de la distribución y abundancia de los mamíferos marinos -para determinar, por ejemplo, la importancia de la costa grovense para esta especie-; estudiar los modelos de comportamiento de los delfines; y describir las vocalizaciones de estos animales y los cambios inducidos por la contaminación acústica".