El equipo municipal de emergencias de O Grove tuvo ayer una tarde ajetreada tras recibir el aviso de que había un alcatraz herido en A Lanzada y de que habían aparecido dos delfines muertos en la costa de la localidad.

El primer aviso fue a las 17 horas, y era el referido al ave, conocida en gallego como "mascato". Cuando llegaron al punto los efectivos de emergencias vieron que era incapaz de levantar el vuelo. Estaba en la playa, a unos 200 metros de distancia del aparcamiento central de A Lanzada, y a falta de un truel, que es el aparejo con el que suelen capturar aves cuando éstas están heridas, los miembros del equipo de emergencias utilizaron una caja de cartón.

Un técnico de Medio Ambiente que es veterinario y trabaja en el centro de interpretación de la naturaleza del monte Siradella se hizo cargo del alcatraz, a la espera de trasladarlo a un centro de recuperación de aves salvajes, donde será cuidado hasta que se recupere de sus lesiones.

Poco después, el equipo grovense de emergencias recibió un segundo aviso, según el cual había aparecido un delfín varado en la zona de Raeiros. Posteriormente les concretaron más la posición del mamífero en Area da Cruz, y al llegar, los efectivos encontraron un ejemplar joven de delfín listado, que es una especie que se encuentra en aguas templadas y tropicales de todo el mundo. Medía en torno a metro y medio, aunque tenía la cola seccionada, de ahí que se baraje la posibilidad de que muriese al verse atrapado en algún aparejo de pesca.

El segundo ejemplar era un delfín común, conocido como "arroaz", y estaba en la zona de O Portiño, por detrás de la lonja y la casa de la tercera edad de O Corgo. Medía sobre 1,20 metros y se cree, como en el caso anterior, que su muerte y posterior varamiento fue reciente. Ambos mamíferos marinos quedaron en la zona porque cuando apareció el segundo ya empezaba a anochecer, a la espera de que hoy pasen a recogerlos los técnicos de la Coordinadora para o Estudio dos Mamíferos Mariños (Cemma), en cuyos laboratorios se les realizará la necropsia para intentar determinar las causas de sus muertes.

Este tipo de varamientos no son infrecuentes en O Grove en invierno, al poseer un litoral muy expuesto al mar abierto. Además, en la ría de Arousa hay un elevado número de arroaces, como ya ha señalado el instituto de investigación BDRI, con sede en O Grove.