El Producto Interior Bruto (PIB) de O Salnés ha caído casi un 6% con respecto al anterior estudio económico del Instituto Galego de Estadística (IGE), de modo que cada ciudadano de la comarca aporta una media de 16.401 euros, unos 3.000 euros por debajo de Pontevedra o un tercio de lo que inyecta un residente de la comarca del Eume, con 44.215 euros por habitante. En cuanto a la capital de O Salnés, Vilagarcía, ha sido superada por O Porriño, con 766 millones de euros frente a los 650 del municipio arousano. Los vecinos del pequeño municipio de Ribadumia aportan a la economía una media de 10.000 euros más al año cada uno que los de la capital saliniense.

Ante esta situación, el alcalde de la capital arousana, el popular Tomás Fole, admitió sentirse "preocupado", a lo que acto seguido aspostilló que el declive industrial, véase Alfageme, Cuca, Megasa o ahora Lantero,"no tiene nada que ver con el gobierno local". "Habrá quien aproveche esos datos [del PIB] para hacer daño al Ejecutivo municipal", apuntó Fole Díaz.

El primer edil vilagarciano apuesta por una mayor colaboración de la iniciativa pública y privada para frenar el deterioro del tejido industrial, el más afectado. "Entre toda la comarca tenemos que potenciar lo que tenemos a nivel turístico e industrial. Hay que buscar suelos industriales", aboga. Insiste en la necesidad de definir "estrategias" en estos dos sectores para él claves en el desarrollo de la zona arousana, y en su opinión tienen que elaborarse entre todos los municipios de la comarca, descartando cualquier tipo de localismo. Pero por ahora, propuesta concreta, ninguna.