El jabalí localizado durante el fin de semana en A Toxa tiene los días contados en la isla. El Concello de O Grove espera que abandone este territorio tal y como parece que llegó a él, aprovechando la marea baja para escaparse y regresar a los montes de la península grovense. Si no es así se organizará una batida y el animal acabará muerto, una vez descartada la posibilidad de capturarlo con dardos tranquilizantes.

Este cerdo salvaje ha sido bautizado por algunos vecinos como "Abelardo", en memoria de otro jabalí avistado en la isla hace ya muchos años, cuando también eran sonadas las tropelía de un zorro llamado "Marcelino".

Realmente el puerco, de mediano tamaño, no entraña un peligro aparente, pero puede provocar algún accidente o causar problemas si se topa de frente con algún vecino o con los perros que suelen pasear por el Monte Central.

Es por ello que el Concello ha decidido abatirlo, si no se marcha por su propio pie, e incluso procedió ayer a prohibir el acceso por la red de senderos que serpentean por el Parque Forestal en el que se ha refugiado el marrano, en la conocida y pública parcela Z-14, de unos 210.000 metros cuadrados de superficie.

Un cartel con la foto de un jabalí advierte de que el Parque Forestal está cerrado "por seguridad, hasta nueva orden, debido a la presencia de un jabalí". El mismo -parece que no hay más- que se ha dejado ver paseando tranquilamente por el campo de golf, en cuyas verdes calles buscaba alimento enterrando su hocico en la tierra. También visitó el centro de artesanía O Redondo y el centro comercial La Aldea, atreviéndose incluso a acercarse a las personas y cruzándose confiado entre los coches. Incluso acudió a la parcela de los burros fariñeiros "Emilia", "Pardo" y "Juana". Pero ahora "Abelardo" está en busca y captura, por lo que quizás debería largarse pronto de la isla estandarte del turismo en Galicia.