Los bancos de libre marisqueo de la ría han pasado de ser un "refugio" invernal inmejorable para la flota a convertirse en una auténtica pesadilla para el sector marisquero, que ante la preocupante mortandad de almejas y berberecho ha decidido cerrar la campaña a mediados de enero, tres meses antes de lo previsto.

Son muchas las causas del declive de estas zonas otrora productivas, como se ha explicado en tantas ocasiones. Pero lejos de interpretaciones, los datos son concluyentes. Tanto es así que la flota tarda ahora mes y medio en recoger la misma cantidad de bivalvos que hace solo tres años obtenía en un par de semanas.

La abundancia de producción de entonces permitía mantener unos topes de captura mucho más elevados y facilitaba enormemente las cosas a los "rañeiros", que en apenas un par de horas podían marcharse a casa tras haber realizado una labor en la que ahora emplean toda la mañana.

Lo único que salva al sector, a pesar de la escasez, es que si bien el berberecho ha desaparecido, la almeja todavía es una alternativa, y ya se sabe que su precio en lonja es siempre mejor.

Pero llama poderosamente la atención que desde el 1 de octubre pasado, cuando comenzaba la campaña de libre marisqueo, hasta el pasado 14 de noviembre, únicamente se recogieran 72 toneladas de bivalvos, de las cuales algo más de 42 toneladas correspondieron a O Bohído -convertida en la zona más importante-. Casi 17 toneladas procedieron de Cabío y salieron apenas 13 de Os Lombos do Ulla, hasta no hace mucho la principal zona productora.

Frente a esas 72 toneladas en siete semanas -trabajando de lunes a viernes-, se sitúan las 63 toneladas de bivalvos que lograron los mariscadores de a flote en las dos primeras semanas de libre marisqueo de 2011, y eso que solo se faenaba de lunes a jueves. En aquel mes de octubre de 2011 los patrones mayores de la ría confirmaban que el libre marisqueo marchaba a un ritmo "bueno", con abundancia de producto y precios altos en lonja.

La alegría duró poco y pronto llegaron los tiempos de vacas flacas. Para abundar en el deterioro de Os Lombos do Ulla, por ejemplo, puede incidirse en que frente a las 12,5 toneladas recogidas en esa zona en las siete primeras semanas de esta campaña están las 55 toneladas que consiguió la flota en las dos primeras de 2011. Y para dejar claro el proceso de desaparición del berberecho, puede especificarse que esta especie ya había empezado a desaparecer del río en 2011, cuando en dos semanas se recogieron 22 toneladas. Pero aún así aquello fue una auténtica barbaridad, si se compara con los 8,50 kilos de berberecho obtenidos este año, desde el 1 de octubre al 14 de noviembre pasado.