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La peseta sobrevive en Vilagarcía

La Zapatería Moët, ubicada en el centro de la localidad arousana, acepta compras con la antigua moneda española

La peseta sobrevive en Vilagarcía

Hay establecimientos comerciales que no están dispuestos a que la caída del consumo ("bajo mínimos", califican en Zona Aberta) ocasione su cierre. Para ello, las personas que están al frente de estos negocios se las ingenian para diferenciarse de la competencia, buscando un factor añadido que les ayude a atraer clientes. Es el caso de Zapaterías Moët. En esta tienda ubicada en el centro de Vilagarcía no solo se puede pagar con tarjeta o con euros en efectivo, sino también con las antiguas pesetas, barridas por la entrada en circulación de la moneda única. "La idea está funcionando porque casi todas las semanas alguien paga con pesetas", apunta la propietaria de la zapatería, María José Oriola.

Un cliente incluso le llegó a abonar 120 euros con 20.000 de las antiguas pesetas por la compra de varios artículos. Otra anécdota en este sentido se remonta al verano, cuando vilagarcianos emigrados a Suíza que conservan su casa en la capital arousana se desplazaron a la zapatería para deshacerse de sus pesetas y llevarse zapatos prácticamente sin coste alguno, puesto que los bancos ya no recogen la extinta moneda.

En el caso de Moët, cuando reúne una cantidad considerable de pesetas, la entidad bancaria de la que es cliente se las recoge para enviar mediante valija a Madrid. Al principio debía desplazarse la comerciante a A Coruña para proceder al canje por euros.

"También se da el caso de gente que está guardando las pesetas para gastarlas en mercancía que aún no ha llegado a la tienda", apunta María José Oriola, quien advierte de que pese al pequeño oxígeno que insufla esta iniciativa a su negocio, el volumen de ventas "en general" es escaso. "Hay movimiento a partir del día 10, cuando se cobra el paro", observa.

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