El Ayuntamiento de Vilagarcía ha ido mejorando los tiempos de respuesta para pagar a sus proveedores, pero todavía no alcanza los límites legales que fija el Ministerio de Hacienda. Prueba de ello son los datos recogidos por el último informe de Intervención Municipal, que apunta a una morosidad del Concello para abonar las facturas de 60 días "en cómputo global", lo que "debe dar lugar a la actualización, o en su defecto a la confección, de un Plan de Tesorería".

Otro concepto que utiliza el Concello en este sentido es el Periodo Medio de Pago (PMP) a proveedores, que legalmente debe situarse en un máximo de 30 días, pero en Vilagarcía asciende a 31,54 en el tercer trimestre de 2014 (de julio a septiembre). Este Periodo Medio de Pago se calcula conforme a unos baremos que fija el Ministerio de Hacienda, basándose en la ratio de operaciones pagadas y las que están pendientes de abonarse. Según precisan fuentes municipales, el cómputo del índice de morosidad se realiza por un método distinto.

Los concellos tienen la obligación de hacer públicos estos datos, de ahí que el vilagarciano haya publicado hace unos días el dato del Periodo Medio de Pago en su página web oficial. La interventora concluyó en su informe que "el Concello de Vilagarcía de Arousa excede en este primer informe trimestral del PMP legal", que es de un mes.

"Constatado durante dos trimestres consecutivos a contar desde la fecha de actualización o confección del Plan de Tesorería, el incumplimiento del Periodo Medio de Pago, entrarán en juego las normas sobre requerimientos, y en su caso retenciones, expuestas en el apartado 5º del informe, debiendo esta Intervención dar cuenta en el plazo de quince días al órgano de tutela financiera", advierte la funcionaria en su dictamen.

Cabe recordar que Vilagarcía se acogió en 2012 al conocido popularmente como "Plan Montoro" para poder pagar las facturas a sus proveedores. Ese préstamo de 4,5millones sirvió para sufragar parte de los casi 8 millones que estaban pendientes de pago, una "herencia" del bipartito a la que alude con frecuencia Tomás Fole.