Un vecino de O Grove que responde a las iniciales J.C.F., de unos 45 años, ha sido identificado por la Guardia Civil como presunto autor de los destrozos cometidos en el mobiliario urbano durante la madrugada de ayer.
En concreto aparecieron rotos tres maceteros de considerables dimensiones situados en la plaza de O Corgo, ante la casa consistorial, al igual que rompieron dos cristales de la puerta de ese mismo edificio y abollaron el aluminio de la misma, parece que a patadas.
Según se ha podido saber fueron vecinos que presenciaron estos hechos los que alertaron de la situación de la Guardia Civil que se presentó en el lugar inmediatamente para identificar a este hombre.
Esta identificación ya fue comunicada al Concello, que hoy formalizará la correspondiente denuncia y ya puso el asunto en manos de los equipos jurídicos. Ahora la Administración abrirá el correspondiente expediente disciplinario interno y, en caso de demostrarse la culpabilidad del trabajador municipal, lo expulsará de inmediato. Independientemente de las responsabilidades que puedan depurarse por vía judicial.
Hay que indicar que en el ejecutivo local valoran los daños causados en aproximadamente setecientos euros, a razón de cien euros por cada maceta, y cuatrocientos por los daños sufridos en la puerta del consistorio.
Y tampoco está de más apuntar que, al parecer, J.C.F. también protagonizó un altercado similar hace un par de semanas, en plena celebración de la Festa do Marisco, cuando supuestamente cometió diferentes destrozos en la puerta de la casa de su exsuegro.
Estos extremos han sido confirmados ayer por fuentes municipales, que apuntan además que el trabajador identificado como presunto autor de los actos vandálicos termina contrato con el Concello este mismo mes.
Y no solo eso. Parece que estaba trabajando como peón-barrendero con cargo a los contratos de trabajo de seis meses de duración facilitados por la Diputación de Pontevedra.
El nombre de este hombre no estaba en las contrataciones iniciales, pero uno de los empleados que comenzaron el programa encontró después un trabajo mejor y se marchó, así que hubo que cubrir su plaza. Fue entonces cuando desde el Concello contactaron de nuevo con el Inem y contrataron a J.C.F., animados además por los informes del departamento municipal de Servicios Sociales, donde se aconsejó la contratación de J.C.F. para ayudarlo a salir de la difícil situación económica en la que parecía encontrarse.
"Pero le ayudamos y nos respondió destrozando los bienes públicos", lamentan en el Concello. Tanto el alcalde como el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Pérez y Alfredo Bea, respectivamente, condenaron enérgicamente estos hechos, que en principio se achacaron al vandalismo propio de algunos jóvenes que se dedican a destrozar lo ajeno. Pero pronto se supo en el gobierno local que la Guardia Civil había identificado como responsable a uno de sus trabajadores.
