La investigación realizada por el CSIC y Conservas Friscos no solo se centra en el mejillón manipulado y enlatado en la conservera catoirense. También se estudia el comportamiento de sus compuestos bioactivos en los hogares. En concreto "se está analizando el efecto cardiosaludable al incluir el consumo habitual de mejillones en el menú basado en la dieta atlántica proporcionada a 250 familias" que han decidido participar en el ensayo clínico del proyecto "GALIAT 6+7".

Los investigadores aclaran que dicho menú "ha sido calibrado por nutricionistas de la Unidad de Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico de Santiago, área de Gestión Integrada-USC y elaborado culinariamente por la Escuela de Hostelería Belarmino Fernández Iglesias".