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El patrón cambadés valora exigir a la anterior directiva el pago de la deuda del "Tragove"

La xunta xeral decidirá si pedir responsabilidades al equipo de Benito González y a "otras instituciones" » Costa lamenta la "herencia" recibida » La cofradía, en situación crítica

Ruperto Costa. // Noé Parga

La cofradía de Cambados carece de liquidez para pagar los aproximadamente 105.000 euros que le reclama la Xunta por la presunta sobrevaloración del buque "Tragove", construido en 2009 aprovechando una subvención europea, durante la gestión de Benito González. Según un informe encargado por el cabildo del expatrón a una consultora y terminado en febrero de este año, la salud económica del pósito cambadés actualmente es muy crítica. Tanto que los autores de la auditoría advierten que "hacer frente a la devolución de esa ayuda implica necesariamente dejar de pagar nóminas, seguros sociales, servicios, suministros o tasas ordinarias que automáticamente paralizarían parte de la actividad de la cofradía". El actual patrón, Ruperto Costa, es consciente de la gravedad de la situación y asume que no le queda otra que "gestionar de la manera más delicada posible una herencia en la que nosotros no tenemos ni arte ni parte". Con todo, anuncia que la xunta xeral "estudiará la posibilidad de pedir responsabilidades a la gente que aprobó el presupuesto del barco, tanto de la anterior directiva de la cofradía como de otras instituciones; es decir, que la deuda la asuman con su patrimonio personal. No tenemos culpa de los desmanes que hicieron otros", critica el patrón.

Ruperto Costa opina que el caso del "Tragove" se inició "a raíz de la denuncia de Benito González". "Dos socios emitieron en una asamblea su opinión en relación al barco, dijeron que no estaba en condiciones, y Benito los denunció por injurias. Evidentemente esas personas tuvieron que defenderse, y durante el proceso de defensa fue cuando la Fiscalía y la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude) tomaron cartas en el asunto", relata el patrón.

Pero ahora es él quien está al frente del pósito de Cambados y quien, por tanto, debe gestionar esta crisis. La cofradía carece en sus cuentas bancarias de dinero suficiente para pagar a la Xunta la diferencia entre la subvención de 92.000 euros a la que tendría derecho (el 60% de los 161.000 euros en los que el Gobierno gallego tasa el "Tragove") y la ayuda de 176.000 que ingresó la cofradía al valorar el buque en 293.000 euros.

De no pagar esos 84.000 euros más los 20.000 de intereses, el pósito se enfrentaría a un embargo de bienes por parte de Hacienda para garantizar el cobro que le reclama la Xunta tras un auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Y es que el alto tribunal gallego desestima la petición de la cofradía de aplazar el pago a la Administración autonómica hasta que se resuelva el contencioso-administrativo en el que el pósito defiende que el "Tragove" costó los 293.000 euros declarados.

El nuevo patrón mayor, Ruperto Costa, admite que al tomar las riendas del pósito de Cambados ya se temía encontrarse con una complicada situación económica que hace poco confirmó el informe de la consultora, por lo que inició "políticas de austeridad, recortando gastos superfluos".

Con todo, si la xunta xeral decide no reclamar a la anterior directiva responsabilidades, Costa da por hecho que tendrá que tomar medidas drásticas para poder afrontar el pago. La opción de solicitar un préstamo queda descartada una vez que la capacidad de endeudamiento de la entidad "está agotada al tener ya excesiva dependencia de créditos bancarios", alerta el informe auditor.

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