La sociedad de O Grove ha vuelto a reaccionar en masa. FARO DE VIGO publicó ayer que el vecino Quico Bea y su esposa, Fátima Viseu Bernabé, van a perder su casa en menos de un mes. Y tras conocerse la noticia las reacciones no se han hecho esperar.
Compraron esa vivienda, a la altura de Ostreira, entre Laxe de Rons y Virxe das Mareas, hace ya quince años, y desde entonces pagan mensualmente la correspondiente hipoteca. Pero al parecer no sabían que sobre esa casa pesa una orden de demolición, a instancias de Costas del Estado, ya que invade el dominio público.
Ahora, sometido al peso de un ultimátum que dice que en menos de un mes esa casa va a ser tirada, este conocido matrimonio grovense recibe el apoyo de toda la sociedad -y no solo de O Grove-, tanto a nivel personal como en las redes sociales, donde se prepara ya una manifestación de apoyo a la familia que va a celebrarse mañana a las 21,30 horas, ante la casa consistorial de O Corgo.
"Estamos muy agradecidos por todos los apoyos que estamos recibiendo y todos los ánimos que nos da la gente", decía ayer esta pareja, antes de que a través de FARO pudieran contactar con la Asociación Europea de Perjudicados por la Ley de Costas. Hablaron con su presidenta, Carmen del Amo, "y la verdad es que nos tranquilizó muchísimo", explicaban Quico Bea y su esposa cuando iban en coche de camino a Vigo, donde se entrevistaban con representantes de la plataforma Stop Desahucios.
Lo cierto es que esta noticia ha sido como una bola de nieve que no para de crecer -seguirá haciéndolo- y que emociona tanto a los directamente afectados por este problema como a sus familiares y amigos más cercanos.
"Nosotros no somos delincuentes, como ya explicamos en el FARO DE VIGO; simplemente compramos una casa sin saber que tenía multas -a ellos ya les pusieron ocho desde que se enteraron de todo hace cinco años-, y mucho menos sabíamos que querían tirarla, por eso ahora no somos culpables de nada, sino que somos unas víctimas que no tienen a dónde ir si les tiran su única vivienda", reflexionan.
"Lo que queremos -argumentan estos vecinos grovenses pendientes ahora de lo que diga el Tribunal Constitucional- es que todo el mundo conozca nuestro caso, por si hay alguien que pueda ayudarnos; al igual que pedimos al Ayuntamiento de O Grove que se ponga de nuestro lado y nos ayude en todo lo posible".
Tras insistir una y otra vez en que "nos engañaron, pues nadie nos dijo que esta casa tenía cargas", Fátima Viseu y Quico Bea resaltan que "aún nos quedan otros diez años de hipoteca; y lógicamente si nos tiran la casa no podremos seguir pagándola, por lo que pueden aumentar los problemas, de ahí que quisiéramos hablar también con Stop Desahucios, para saber qué podemos hacer".
Por su parte, la presidenta de la Asociación Europea de Perjudicados por la Ley de Costas se mostró ayer dispuesta a conocer en profundidad el caso de esta familia grovense "para tratar de ayudarlos en todo lo posible, ya que estamos ante una ley tremendamente injusta".
