El biólogo Pablo Carreira y la cofradía de A Illa reflotan la "hatchery" de Punta Quilma con la intención de abastecer de semilla de almeja babosa y japónica tanto al pósito isleño como a otros interesados en adquirir la cría. El secretario xeral do Mar, Juan Maneiro se desplazó ayer al mediodía a A Illa para conocer el proyecto, que está dando sus primeros pasos.

El criadero de A Illa lleva siete años sin actividad. Se trata de unas instalaciones que no dieron los resultados esperados, y que terminaron abandonadas después de una ola de reiterados asaltados que sufrieron debido a su ubicación, en una zona apartada, aislada y difícil de vigilar de la costa sur.

Pero Pablo Carreira y la cofradía creen que vale la pena dar una nueva oportunidad a la "hatchery" y han empezado a trabajar para que entre enero y febrero de 2015 salgan los primeros lotes de cría de almeja babosa hacia la batea de preengorde que pretende habilitar el pósito isleño.

Entre abril y junio podrían estar ya listos los primeros lotes de marisco con el tamaño suficiente para sembrar en las playas, y la previsión del biólogo promotor del proyecto pasa por producir el primer año unos 20 millones de unidades. Una cifra "modesta", en palabras suyas, que se iría incrementando progresivamente dependiendo de la marcha de la iniciativa.

Pablo Carreira nació hace 35 años en Oleiros (A Coruña) aunque reside desde hace más de 10 en A Illa. Estudió en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) de A Illa y trabajó en el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) de Vilanova, donde desarrolló una completa investigación sobre el cultivo de nuevas especies de bivalvos en las "hatcheries".

Ahora ha llegado a un acuerdo con el pósito para reflotar unas instalaciones que son vitales para el sector marisquero arousano y gallego, tal y como señalan el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, como Juan Maneiro Cadillo.

El biólogo se encargará de gestionar y explotar el criadero (en el que trabajarán inicialmente él y una segunda persona), al tiempo que asume la inversión necesaria para iniciar la actividad. El pósito, por su parte, colabora cediendo las instalaciones y la batea de preengorde, y sus vigilantes echarán una mano en el control de las instalaciones para evitar robos.

La Xunta de Galicia, por su parte, ha ofrecido "todo el apoyo técnico y científico del Igafa y del CIMA que necesite el promotor", en palabras de Juan Maneiro, al tiempo que se diseñará específicamente la propuesta gallega para el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca, de forma que se pueda habilitar una línea de ayudas para este tipo de criaderos. Pablo Carreira reconoce que "cuando uno empieza un negocio siempre tiene algo de temor", pero se mostró convencido de que "con la colaboración de la cofradía y la Xunta de Galicia y con trabajo e ilusión seguro que saldremos adelante". Además, el biólogo plantea que "existe demanda de semilla".

Una opinión que comparten con él tanto el patrón mayor de A Illa como el secretario xeral do Mar. El primero de ellos señala que "hay una necesidad grandísima de semilla de almeja porque el marisqueo está muy mal y necesitamos regenerar los bancos para evitar que sigan decayendo año tras año. Esta es una instalación esencial para nosotros".

Juan Maneiro, por su parte, incidió en que "hay necesidad de semilla y la apuesta de la Consellería do Mar es porque se haga en Galicia tanto en cantidad suficiente como en calidad". El número 2 del departamento que dirige Rosa Quintana sostiene que "para nosotros es fundamental no depender tanto de la cría procedente de otros puntos de España o del extranjero porque cuanta más produzcamos en Galicia más reduciremos el riesgo sanitario de que con la semilla se pueda introducir alguna especie o enfermedad indeseadas".

En la actualidad hay un par de empresas gallegas que producen simiente para los bancos marisqueros, pero la mayor parte procede de una firma de Santander que la produce en el Cantábrico pero que también la compra fuera, de Italia y Portugal. En algunos casos, los controles sanitarios en origen son más bien laxos.

Rehabilitación progresiva

La puesta en marcha de la "hatchery" de Punta Quilma es un viejo proyecto, del que se lleva hablando desde hace muchos años. Pero hasta ahora se planteaba siempre una rehabilitación integral de las instalaciones, mientras que ahora se va a realizar de forma "progresiva". Una propuesta que Maneiro considera más razonable teniendo en cuenta el momento económico actual y la elevada inversión que se necesitaría para poner a punto una nave que lleva siete años cerrada y de la que los ladrones se llevaron desde la instalación eléctrica hasta paredes de los bidones de cría del marisco.

Las previsiones de Carreira pasan por lograr los primeros desoves de babosa entre noviembre y diciembre, para trasladar la cría un par de meses después a la batea de preengorde (pendiente de habilitar) "porque los costes son menores y el engorde mayor". Luego parte de la producción se quedará en A Illa, y otra se venderá fuera.