El Ayuntamiento de Vilagarcía ha publicado un bando esta semana mediante el que concede un plazo a los propietarios de los tres caballos salvajes capturados en Xiabre la semana pasada para que se hagan cargo de ellos y de los daños que han causado en las cosechas de los vecinos de Castroagudín al bajar por las faldas del monte en busca de comida. Los dueños tienen de plazo hasta las diez de la mañana de mañana, viernes 26 de septiembre, para reclamar los animales, dos hembras adultas y un potro.

Este es un requisito administrativo que el Concello debe realizar antes del traslado de los equinos a un centro de recuperación animal de la Xunta, ubicado en Boqueixón. Si mañana sus propietarios no dan señales de vida -y no se prevé que lo hagan pues tendrían que asumir los costes de los destrozos en los cultivos-, efectivos autonómicos transportarán los tres caballos al centro, en el que podrán vivir sueltos al aire libre en unas amplias instalaciones.

Los equinos permanecen en el recinto exterior de Fexdega desde el sábado pasado, cuando fueron trasladados desde la escuela unitaria de Castroagudín hasta A Maroma por miembros del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil, quienes participaron activamente en la batida organizada el pasado jueves para intentar localizar los caballos mostrencos que traían de cabeza a los vecinos afectados por los daños en los cultivos de sus fincas.

Un dispositivo formado por vecinos, Servicio de Emergencias, el concejal vilagarciano de Medio Rural, Manuel Méndez, y efectivos del Seprona de la Guardia Civil, logró atrapar a tres de los nueve equinos que habían localizado. Los otros seis se escaparon, y desde el viernes, en Castroagudín nada más han vuelto a saber de los animales. No han vuelto a verlos. Los vecinos sospechan que sus dueños los hayan trasladado a otro sitio para evitar que fuesen capturados, como ocurrió con los otros tres que ahora están en Fexdega.

Posibles represalias

Y esta no es la única acción que los residentes creen que han tomado los propietarios de los caballos. Una veintena de fincas de cultivo de Castroagudín resultaron destrozadas el pasado fin de semana, unos daños que los vecinos denunciaron conjuntamente en Comisaría y que calculan superan los mil euros. Los afectados están convencidos de que se trata de una venganza de los dueños de caballos salvajes por la captura de tres ejemplares que bajaban a los cultivos particulares para alimentarse.