La migración otoñal o postnupcial de las aves está en marcha desde hace prácticamente un mes y se prolongará unas semanas más. Este llamativo desplazamiento de las especies hace que sean muchos los ornitólogos que en esta época acuden a la península de O Grove, considerada uno de los mejores lugares de Galicia y el noroeste español para disfrutar con la intensa actividad de las especies que se van y que llegan.

En la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), sabedores de la importancia de O Grove para los movimientos migracionales, explican que "mientras que los migradores de corta distancia pueden simplemente abandonar las áreas montañosas para buscar inviernos más benignos en zonas más bajas, los de larga distancia recorren a menudo decenas de miles de kilómetros, sorteando toda clase de barreras físicas (como montañas), ecológicas (como desiertos) o meteorológicas (tormentas o vientos en contra)".

Y estas últimas, las de larga distancia, son las que juegan un papel destacado en la localidad grovense, integrada en el Complejo Intermareal Umia-O Grove y en el Complejo Ons-O Grove.

Aquí es fácil seguir algunos de los movimientos migratorios más destacados, los cuales "se dividen en etapas, ya que suelen durar varios días o incluso semanas", de ahí que las aves deban detenerse "a descansar y alimentarse en lo que se conoce como áreas de reposo o de sedimentación -O Grove también lo es- y que resultan muy importantes para que el viaje llegue a buen término".

Al margen de estas explicaciones ofrecidas desde SEO, hay que aludir a las reflexiones que realiza el Concello de O Grove por medio de su Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO). En este caso apuntan que una vez iniciado el paso postnupcial de las aves acuáticas la marisma de O Vao -istmo de A Lanzada- constituye "una de las mejores zonas de Galicia para su disfrute, pues se concentran miles de ejemplares en invierno y dispone de cinco observatorios ornitológicos".

Añaden en el PIO que a O Grove están llegando las primeras aves "procedentes del norte de Europa, donde han criado debido a la gran abundancia de recursos alimenticios". A finales de verano y principios del otoño, una vez finalizada la temporada de cría y cuando la proximidad de las nieves anuncia la disminución del alimento en los países nórdicos es cuando comienzan a bajar hacia sus cuarteles de invierno en África.

Y muchas de esas aves en pleno periodo migratorio "hacen un alto en el camino para reponer fuerzas", encontrando en O Grove una de esas áreas de reposo antes aludidas. Se trata del lugar idóneo, puntualizan en el PIO, "por la cantidad de islotes tranquilos donde descansar y por la riqueza de materia orgánica de la que alimentarse".

A través de este proyecto ornitológico, dependiente de la concejalía de Medio Ambiente grovense, se explica que han llegado ya los primeros patos, concretamente ánades reales (Anas platyrhynchos), además de correlimos comunes (Calidris alpina), correlimos tridáctilos (Calidris alba), chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), zarapitos trinadores (Numenius phaeopus), archibebe claro (Tringa nebularia) y ostreros (Haematopus ostralegus).

Sin olvidar, apuntan en el PIO, a las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), que "han hecho acto de presencia en la marisma, destacando las juveniles, de bonito color, así como las garzas reales (Ardea cinerea) y las garcetas (Egretta garzetta)".

Las mismas fuentes aclaran que también pueden verse espátulas (Platalea leucorodia) en pleno paso postnupcial, y a partir de ahora empezarán a llegar los ánades silbones (Anas penelope), rabudos (Anas acuta), cercetas (Anas crecca), cucharas (Anas clypeata), vuelvepiedras (Arenaria interpres), chorlitos grises (Pluvialis squatarola), correlimos gordos (Calidris canutus) y agujas colinegras (Limosa limosa)".

En definitiva, que la ensenada del Complejo Intermareal Umia-O Grove se convierte en "un espectáculo inolvidable", aseguran en el Concello de O Grove.