El Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia estuvo siempre en manos del sector productor. Ahora que se avecinan elecciones -el 7 de diciembre- hay incluso bateeiros que creen necesario ceder las riendas de este órgano al sector transformador y/o comercializador (conserveras, cocederos y depuradoras), pues consideran que solo de este modo puede hacerse una fuerte apuesta por la potenciación del marchamo de calidad.

Los productores de mejillón consultados señalan que "durante casi dos décadas fuimos nosotros los que presidimos y tomamos las decisiones en el Consello, que a estas alturas apenas comercializa con DOP el 10% del mejillón total de Galicia, que solo representa a tres de cada diez bateas y que, si bien es cierto que ha conseguido incorporar a numerosas empresas, son todavía un número muy reducido".

Lo que se ha conseguido, lamentan, es "profundizar en la histórica división del sector productor y no se ha implicado lo suficiente a los bateeiros y comercializadores en el lanzamiento nacional e internacional de la DOP, por eso necesitamos un cambio de rumbo".

También explican que "aunque los bateeiros nos preocupemos por cultivar mejillón con el rendimiento suficiente para distinguirlo con la marca DOP, esto no sirve de nada si el sector comercializador y transformador no se presta a comprarlo y etiquetarlo así; de ahí, que implicar mucho más a la industria en el Consello parezca la única forma posible de reconducirlo".

Pero eso no es todo. "Con el enfrentamiento que hay entre organizaciones -reflexionan los bateeiros-, si una de las entidades presentes en el Consello trata de convencer a otra para que entre en este órgano no lo tiene nada fácil, pero si quien intercede son los transformadores habrá más posibilidades".

En definitiva, que incluso los productores -evidentemente no todos piensan igual- sugieren un relevo al frente del Consello, y no solo quieren un cambio de nombres, sino también de estrategias.

Hay que tener presente que el día 7 de diciembre van a ser elegidos doce vocales, que son los que van a constituir el nuevo pleno y a designar presidente.

A los bateeiros les corresponden seis miembros, mientras que comercializadores (depuradoras) y transformadores (cocederos y conserveras) se reparten los otros seis, a razón de cuatro para los primeros (centros de expedición en fresco) y dos para los segundos (industriales). Esto quiere decir que para elegir presidente cada bando necesita pactos o apoyos en el otro. Y lo que ha sucedido históricamente es que los productores ganaron esa batalla, pues entidades como la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega) tiene cocederos propios. Esto significa que al obtener seis vocales por la producción -lo tiene fácil porque prácticamente copa el censo- con solo colocar un vocal afín en la lista de los transformadores ya tiene suficiente para inclinar la balanza a su favor.

De lo que se trata, inciden los bateeiros que piden un cambio de rumbo, "es de que no se ejerza ese dominio o monopolio y se deje que sean los comercializadores o los transformadores los que lleven las riendas, al menos durante los próximos cuatro años, para ver si así hacemos que el Consello Regulador sea un órgano representativo de verdad y logramos que la DOP Mejillón de Galicia cobre fuerza".

La conclusión a la que llegan algunos dirigentes de organizaciones productoras es que "si llevamos dieciséis años al frente del Consello y no fuimos capaces de hacer las cosas bien, lo mejor para todos, y lo más fácil para pacificar al sector y convencer a nuevos socios es que la transformación de nuestro producto esté ahora al timón".