FARO DE VIGO avanzó ayer que algunas entidades mejilloneras históricas en Galicia han dado un paso crucial para acabar con la igual de histórica fragmentación del sector. Han decidido formar una gran organización -previsiblemente verá la luz en apenas diez días- en la que aglutinar a alrededor de 1.300 viveros -en la comunidad autónoma hay 3.337-. Si esta opción se hace realidad, la estructura organizativa puede quedar reducida a tres grandes bloques -a largo plazo incluso podrían ser solo dos-, lo cual, lejos de lo que pueda parecer, se antoja una buena noticia para un colectivo lastrado por la atomización y que ahora más que nunca necesita de la unidad para salir adelante.

No es fácil hacer cálculos, pues ni siquiera en la Consellería do Medio Rural e do Mar pueden disponer de registros actualizados que aclaren el número de entidades productoras existentes y la cantidad de viveros de que dispone cada una de ellas; amén de los productores que actúan en solitario y no aparecen en ningún censo.

Pero las últimas bases de datos manejadas a nivel oficial indican que en Galicia hay medio centenar de asociaciones oficialmente inscritas -no están todas-, lo cual significa que puede existir prácticamente una entidad por cada 70 bateas.

Esto es tanto como decir, teniendo en cuenta que hay aproximadamente 2.300 productores con derecho a la concesión bateeira, que cada asociación representa a medio centenar de miembros, aunque hay algunas de un par de integrantes y otras de varios cientos.

Este "minifundismo" y, si se quiere, este "descontrol" desde el punto de vista organizativo, puede dar una idea de lo difícil que resulta poner a todos de acuerdo para defender conjuntamente la figura del mejillón gallego.

Pero los últimos acontecimientos, con alertas sanitarias como las decretadas por Francia, situando al molusco de batea en el disparadero aunque después resultara que no había sido el causante de las intoxicaciones registradas en el país vecino, fueron, como se esperaba, la gota que colmó el vaso y llevó al sector a dar un golpe en la mesa para apostar por la ansiada unidad, esta vez parece que más en serio que en ocasiones anteriores, y sobre todo dando los pasos correctos y pausados para que esa unión parta de todos y no sea una imposición de unos sobre otros.

De este modo se pusieron en marcha varios movimientos. Uno con la plataforma "Bateeiros Unidos", aparentemente formada por productores de base descontentos con sus dirigentes, aunque también integrada por exdirectivos del sector, algunos ya experimentados, con mayor o menor fortuna, en esto de buscar unidad.

La otra corriente puesta en marcha es la capitaneada, precisamente, por los máximos responsables de algunas de las entidades productoras de mejillón.

De este modo, como se explicaba ayer, la sociedad cooperativa Amegrove, con sede en Porto Meloxo (O Grove), Cons do Udra (Bueu), Socomgal (Moaña), Cabo de Cruz (Boiro), Illa (A Illa de Arousa) y Proinsa (Sada) quieren unir fuerzas y esfuerzos para tratar de reflotar a la mitilicultura gallega.

Esas entidades formarían uno de los tres grandes bloques antes mencionados -el de las 1.300 bateas referenciado-, y quizás el más importante en el futuro, dado el indudable peso específico de cada una de esas asociaciones en el ámbito de la producción, la depuración y la comercialización.

El segundo gran bloque será, al menos temporalmente, el de la Organización de Productores Mejilloneros de Galicia (Opmega), que estaría al frente de una cantidad similar de viveros flotantes pertenecientes a sus diferentes delegaciones.

Según la página web de Opmega, en su seno están casi 2.200 productores al frente de 1.781 bateas, a su vez pertenecientes a 19 entidades o delegaciones diferentes. Pero en el sector explican que esos datos no están actualizados y que Opmega suma poco más de un millar de parques.

Lo cierto es que en otro apartado de la propia web de Opmega esta organización alude solo a una docena de asociaciones adscritas. Se trata de Muros-Noia, Aspromeri (Rianxo), Amebarraña (Boiro), Puebla (Pobra do Caramiñal), Virxen do Carmen (Rianxo), Ría de Arousa (Vilanova), San Esteban AMI (A Illa), Rúa Mar (Vilanova), Socomebu (Bueu), Vilaxoán (Vilagarcía), Amecomra (Combarro) y Ría de Aldán.

Y el tercer bloque del nuevo organigrama bateeiro, si es que fructifican todos los pasos que se están dando, estará conformado por las asociaciones pertenecientes a la Federación de Arosa Norte y aquellas que actúan en solitario pero que poco a poco podrían ir integrándose en alguna de las grandes organizaciones.

Aunque tampoco en este caso los datos están actualizados, parece que Arosa Norte -con sede en el Concello de Boiro- reuniría a apenas medio millar de bateas, pertenecientes a las asociaciones productoras Vilanova, Santa María de Caleiro (Vilanova), Gorma (Vilanova), Acuimega (O Grove), Promar (Pontevedra), Barbanza (A Pobra do Caramiñal), Rianxo y Opmegal (Boiro).